
América Latina enfrenta un crecimiento preocupante de ciberataques, donde el phishing y el ransomware se consolidan como las principales amenazas. Fabio Assolini, director del Equipo Global de Investigación y Análisis para las Américas de Kaspersky, advirtió que la región sufre no solo por la sofisticación de los atacantes, sino también por la escasez de profesionales capacitados y la falta de educación digital en empresas y organismos públicos.
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El phishing ha crecido de manera exponencial gracias a herramientas de inteligencia artificial y deepfakes, que permiten crear mensajes fraudulentos casi indistinguibles de los legítimos. Según Assolini, los intentos de phishing se duplican cada año y superan los mil millones en la región.
El ransomware, aunque disminuyó un 7% en cantidad, se ha vuelto más sofisticado, explotando vulnerabilidades de software crítico que no se actualiza a tiempo. En 2024, MITRE registró más de 40.000 vulnerabilidades, de las cuales más de 20.000 fueron críticas, dejando puertas abiertas para los atacantes.
La educación digital es un factor clave: muchas empresas no capacitan a sus empleados para identificar intentos de fraude ni implementan simulaciones de phishing. Assolini enfatiza que la formación y los incentivos son más efectivos que las sanciones, fortaleciendo la cultura de ciberseguridad.
En cuanto a la geografía de los ataques, Brasil lidera como principal origen, seguido por Perú. Las víctimas más afectadas son Brasil, México y Colombia, en parte por la adopción de sistemas de pago instantáneo que han sido blanco de ciberdelincuentes.
Para enfrentar estos riesgos, Assolini recomienda separar las áreas de IT y ciberseguridad, invertir en capacitación y actualizar la infraestructura tecnológica. La región sigue reaccionando a incidentes en lugar de prevenirlos, lo que subraya la urgencia de un cambio de enfoque hacia la ciberseguridad proactiva.