El maíz registrará una zafra en crecimiento para la campaña 2025/26, aprovechando los buenos precios de la carne y la competencia débil de la soja, vinculada fundamentalmente a los magros precios que registra la oleaginosa.
«El año pasado tuvo un descenso de más de un 20% en el área, pero hay que considerar que veníamos de una zafra récord en superficie y la chicharrita pegó fuerte para las decisiones de los productores», consideró Raúl Urrestarazu, gerente de ventas de PGG Wrightson Seeds.
Para esta campaña, la ecuación económica de los cultivos de verano aparece como muy ajustada en soja, lo cual puede inclinar la balanza para los productores hacia el maíz, considerando los empujes en los valores de la carne o el buen momento de la lechería. De todos modos, Urrestarazu advierte que habrá un área muy importante de maíz en Argentina, lo mismo en Brasil y una gran «zafriña» en Paraguay, lo que impactará en el precio final del producto por la ley de oferta y demanda. Además, expresó que una vez entrada la primavera, cuando las temperaturas asciendan y falte algo de agua, podría equilibrarse más la balanza entre maíz y soja. No obstante, Urrestarazu dijo que «el clima viene bien y si sigue lloviendo y llenando los perfiles, los productores se entusiasman».
Precisamente sobre la paleta de productos de PGG, el gerente de ventas destacó los híbridos de maíz, que dan cierta rusticidad al sistema. Este avance genético, sumado a una planificación estratégica en la siembra y las densidades elegidas, han dado estabilidad al cultivo en campos de la periferia del núcleo agrícola donde antes solamente se podía plantar sorgo.
Para cerrar, Urrestarazu expresó que el maíz tiene «mucha salida comercial, como grano seco, grano húmedo, reserva en planta entera o dejar los de segunda para cosechar en primavera».
