Tras la difusión de los datos del Indec, que marcan una baja en la pobreza al 31,6% de la población, el secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, calificó la estimación como “ridícula” y denunció un uso electoralista de las estadísticas. Según el gremio, el drama social persiste y los índices reales duplican los informados por el Gobierno.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) salió al cruce de los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sobre pobreza e indigencia en el primer semestre de 2025. Mientras el organismo oficial informó que la pobreza descendió al 31,6% y el Gobierno celebró que 12 millones de personas habrían salido de esa condición, desde el sindicato cuestionaron duramente esa lectura y advirtieron que la cifra real supera el 62%.
“Hay una utilización electoralista del Indec y de sus publicaciones. No existe alivio, el drama social continúa. La pobreza es el doble de la publicada y llega al 62%”, manifestó el secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar.
El dirigente acusó al Ejecutivo de realizar una “interpretación maliciosa” al comparar con los números del primer semestre de 2024 y de omitir deliberadamente el pico de pobreza registrado tras la devaluación de diciembre de 2023. “Ese aumento fue responsabilidad de este Gobierno, fruto de la aceleración de la inflación”, remarcó.
Aguiar también cuestionó que la supuesta baja en la pobreza no se traduce en mejoras reales en el mercado laboral. “La desocupación crece, los pocos empleos que se han creado son precarios y la pérdida del poder adquisitivo de todos los sectores es significativa”, señaló.
Según un informe elaborado por delegados de ATE en el Indec, los cálculos oficiales subestiman el peso real de servicios, transporte y alquileres en la canasta de consumo de los hogares. En algunos casos —advirtieron— el costo del alquiler llega a representar hasta el 64% de los salarios.
Además, el gremio recordó que la medición se realizó en 31 centros urbanos, alcanzando a 29 millones de personas, y que se consideran los ingresos declarados por los hogares y no necesariamente los ingresos reales.
“Si actualizamos el mecanismo de medición y a los que sobreviven sumamos los que malviven, es decir, quienes tienen ingresos apenas por encima de la línea de pobreza, en este momento los pobres son más del doble de los considerados por el Gobierno: superan el 62%”, concluyó Aguiar.