El país entero aún no logra salir del estupor. El hallazgo de los cuerpos de Brenda del Castillo (20), su prima Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) en una casa de Florencio Varela dejó al descubierto un crimen que trasciende lo policial.
Se trata de un hecho marcado por la brutalidad, el ensañamiento y un trasfondo de venganza narco que estremece a toda la sociedad. Estos son los siete aspectos más aterradores de un caso que ya se inscribe entre los más crueles de los últimos años.

La desaparición que terminó en pesadilla
La noche del viernes parecía una salida como tantas otras. Las tres chicas subieron a una camioneta que formaba parte de una trampa. Desde entonces no se supo más de ellas. Tras cinco días de búsqueda desesperada, la verdad fue devastadora: sus cuerpos estaban enterrados en el jardín de una vivienda particular.
Torturas y ensañamiento inimaginable
Los informes de la autopsia revelaron que las jóvenes fueron sometidas a golpes, cortes y mutilaciones. Los peritos hablaron de torturas con signos de violencia extrema, lo que confirma que el crimen no fue una ejecución rápida, sino un castigo perverso y prolongado.
La barbarie transmitida en vivo
Uno de los datos más escalofriantes es que parte de la violencia habría sido transmitida en vivo por Instagram a un grupo reducido de personas. La exhibición impune del horror revela un grado de deshumanización que excede lo imaginable y abre un nuevo capítulo siniestro en la relación entre redes sociales y delitos.

Una escena del crimen manipulada
Cuando la Policía llegó a la casa, encontró a dos sospechosos limpiando manchas de sangre con lavandina. Intentaban borrar las huellas del asesinato, en una muestra de frialdad que contrasta con la angustia que vivían las familias en esos mismos días.
Los detenidos y un prófugo clave
Hasta el momento hay cuatro detenidos: Miguel Ángel Villanueva Silva (27, peruano), Magalí Celeste González Guerrero (28), Daniela Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18). Pero el dato más inquietante es que el presunto autor intelectual, un narco conocido como “Pequeño Jota”, sigue prófugo y es considerado el verdadero cerebro del crimen.

Venganza narco como trasfondo
La principal hipótesis sostiene que se trató de una represalia ligada al narcotráfico. Las jóvenes, sin relación directa con ese mundo, habrían sido utilizadas como blanco para enviar un mensaje mafioso. Un dato que multiplica la indignación social y muestra el poder delictivo en barrios vulnerables del conurbano bonaerense.
Indignación social y clamor por justicia
El caso generó movilizaciones masivas en Florencio Varela y en todo el país. El movimiento Ni Una Menos volvió a marchar para exigir justicia y un freno a la violencia contra mujeres. Los velorios y entierros se convirtieron en actos de dolor colectivo, donde las familias reclamaron que el triple crimen no quede impune.

El triple crimen de Florencio Varela ya es parte de la memoria colectiva como uno de los episodios más atroces de los últimos tiempos. Brenda, Morena y Lara se convirtieron en el rostro de un horror que Argentina no puede permitirse olvidar.
