El Colegio Secundario N°27 de Avellaneda se convirtió en escenario de una tragedia que conmociona a la comunidad educativa. El pasado miércoles 24 de septiembre, Isaías M., un alumno de 15 años, quedó en coma inducido tras recibir una brutal golpiza por parte de un compañero de 16 años, identificado como Luciano R..
Según el relato de la familia de Isaías, el conflicto se originó por una disputa por un asiento en el aula. La agresión habría comenzado con una cachetada y escalado rápidamente a golpes en el pecho y el estómago. Lo más grave, según denuncian, es que la profesora presente en el aula, Rosana Santos, no solo no intervino para frenar la pelea, sino que habría sujetado a Isaías de los brazos, impidiéndole defenderse.

La situación se tornó crítica cuando Isaías sufrió un paro cardiorrespiratorio dentro del colegio. La familia asegura que estuvo sin signos vitales durante 20 minutos sin recibir asistencia adecuada. Dos compañeros salieron a buscar un patrullero para trasladarlo al Hospital Fiorito, donde los médicos lograron reanimarlo tras otros 20 minutos de maniobras. Actualmente, el adolescente permanece en terapia intensiva, con respirador artificial y convulsiones producto de la falta de oxígeno en el cerebro.
La madre de Isaías, Evelyn, denunció públicamente que el colegio demoró la comunicación con los familiares y que incluso le quitaron el teléfono a su otra hija, que también estudia en el mismo establecimiento, para impedirle pedir ayuda. “Cuando llegué, mi hijo estaba sin vida. Lo agarré como pude y dos compañeros me ayudaron a bajarlo por las escaleras”, relató entre lágrimas.
El presunto agresor fue demorado y se encuentra bajo custodia domiciliaria. La causa está caratulada como tentativa de homicidio y quedó en manos de la Fiscalía de Menores N°6 de Lomas de Zamora.
Sin embargo, en redes sociales comenzó a circular una segunda versión de los hechos. Allegados al acusado aseguran que Luciano R. no sería capaz de semejante agresión y que existen actas escolares que lo respaldan. En un comunicado se sostiene que Luciano “jamás buscó problemas” y que “no es violento”, sino que venía sufriendo bullying psicológico y agresiones físicas por parte de Isaías desde hacía meses.

Según esta versión, el día del hecho, Isaías habría intentado quitarle el asiento a Luciano R., quien se defendió y, sin intención, provocó un golpe que terminó con Isaías golpeándose la cabeza. “No justificamos la violencia, pero tampoco se puede ignorar que reaccionó después de tanto tiempo aguantando maltrato”, dice el texto, que también acusa a las autoridades del colegio de no haber intervenido a tiempo. Incluso mencionan que la propia directora consideraba a Isaías como un “chico problemático” que había tenido conflictos con otros compañeros.
Ante esto, Evelyn desmintió esta versión: “No hay ningún acta que diga que mi hijo hacía bullying. Por el contrario, ya había sido víctima de violencia en el colegio. Esto viene de antes”, afirmó. La comunidad educativa exige respuestas y protocolos claros para evitar que hechos como este se repitan. Mientras tanto, la familia de Isaías pide justicia y un milagro para que el adolescente pueda recuperarse.