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Juvenal Rodríguez, uno de sus asistentes técnicos, contó cómo transita estos duros días. «Si pudiera regalarle algo, serían sonrisas… y ojalá un título con Boca», contó.
A una semana del fallecimiento de Miguel Ángel Russo, que golpeó a todo el mundo del fútbol, Juvenal Rodríguez, uno de sus asistentes técnicos en Boca, habló sobre la despedida del entrenador y cómo dejó a todo el CT del Xeneize: «Es muy duro no verlo más».
«Desde que conocí a Miguel, aprendí a disfrutar la vida. Miguel me enseñó a hacerlo. Se llamaba Miguel Ángel, tenía el ángel hasta en el nombre”, expresó el colombiano en diálogo con Super Deportivo Radio. Y añadió con emoción: “Con él, uno sabía cuándo callar. Para Miguel, el silencio era una expresión de sabiduría”.
Después, el actual integrante del cuerpo técnico de Boca, que encabeza Claudio Úbeda, recordó una de las frases de cabecera del DT: “No me preguntes por qué, pero va a pasar esto”. Y, además de definir a Russo como un hombre «sabio y prudente», agregó: “Generaba tanto amor en las personas… y eso se expandió con su partida”.
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También destacó el rol fundamental que cumplió Mónica, la esposa del entrenador, en su última etapa: “Para ella, su vida era Miguel. Le entregó su vida. Si no hubiera estado, no lo hubiéramos disfrutado así estos últimos años. Fue una extensión de él en todo”.
Por otro lado, Rodríguez recordó con orgullo lo que el ex DT de Boca vio en él: “Lealtad. Miguel siempre fue un sitio seguro para mí. Cuando tenía un problema, me bastaba con que me hablara. A veces ni le contaba nada, y él igual me daba la solución”. Y agregó con nostalgia: “Pensar que ya no lo voy a ver es muy fuerte”.
Por último, con una mezcla de tristeza y gratitud, Juvenal reveló cómo fue la despedida: “Le dije que lo amaba. Estoy seguro de que me habría respondido: ‘Pelotudo, dale’. Para mí, su partida marca un antes y un después. Es el final de algo y el inicio de algo. Si pudiera regalarle algo, serían sonrisas… y ojalá un título con Boca. Sería una de las mayores sonrisas para él”.