El equívoco se volvió viral. En medio del discurso en el que Donald Trump adviertía que la generosidad del Tesoro norteamericano con la Argentina se mantendría solo si Milei gana las elecciones, el anfitrión soltó aquello de los “cuatro años” que lleva gobernando, según él, el líder libertario. Es decir, pensaba que las elecciones de este 26 de octubre son presidenciales, no legislativas, y que si su amigo argentino perdía, debía abandonar el poder. ¿Por eso Trump amenazaba con cortar la ayuda económica prometida?
Es la curiosa hipótesis que plantean en lo más alto del Gobierno mileísta y tiene la particular franqueza de dar por sentado que el presidente de los Estados Unidos es un ignorante que no está interiorizado sobre la situación política de sus aliados en el Cono Sur. Está desinformado, digamos. No sabe nada, ni le interesa. Y por eso dice las barbaridades que escuchamos, que en realidad no serían una advertencia para Milei -más vale que ganes si querés ver la plata- sino para el electorado: no voten al peronismo.
La divertida hipótesis, esbozada en público por personajes como Daniel “El Gordo Dan” Parisini, el líder de los trolls gubernamentales, tiene un antecedente que la refuerza: hace tres semanas, cuando Javier y Donald coincidieron en la asamblea de la ONU en Nueva York, se vio que el norteamericano también pensaba que las elecciones argentinas de este año son presidenciales. O sea, persiste en el error. En aquella ocasión, Trump publicó un encendido tuit en el que no solo trataba al libertario de “presidente altamente respetado” y “líder verdaderamente fantásico y poderoso”, sino que además le manifestaba su apoyo para la “reelección”, que era lo que él creía que se jugaba Milei en estos comicios.
Advertido por la recurrente confusión, en las últimas horas el norteamericano tuiteó que lo que se avecinaba en nuestro país era una “midterms”, una elección de medio término o legislativa, pero ya el bochorno era imborrable.
En la comitiva argentina, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, intentó explicar que a Trump se lo había malinterpretado y que no supeditaba el salvataje económico al resultado electoral, luego de que los bonos argentinos cayeran en picada y los mercados reaccionaran con histeria a la frase. Porque, claro, ganar las elecciones a esta altura es una quimera para el Gobierno, y en el establishment lo presienten. Si hasta el propio Scott Bessent, el secretario del Tesoro norteamericano, semanas atrás realizó la misma advertencia: el acuerdo solo se cumpliría si Milei salía airoso de las urnas.
¿Trump sabe lo que está ocurriendo en la Argentina? ¿No habrá plata si no hay continuidad de Milei? ¿Malentendido o amenaza?
Lo cierto es que, nunca antes como ahora, la injerencia de Estados Unidos en nuestra política fue tan burda y explícita.