Los investigadores que siguen la causa por el doble femicidio de Córdoba y el asesinato del chofer Martín Sebastián Palacio encontraron en las últimas horas una pieza clave: los mensajes de WhatsApp que muestran cómo Pablo Laurta logró convencer al remisero de iniciar un viaje que terminaría siendo el último de su vida.
El intercambio, que ahora forma parte central del expediente judicial, refleja un contacto planificado y premeditado. Laurta se presentó como un pasajero común, interesado en realizar un traslado por distintas localidades del Litoral. Sin embargo, su verdadero destino no era el que le informó al conductor.

“Buenas Martín, saldría el martes 7 a las 20 desde Federación, tengo que pasar por Federal y de ahí a Rafaela. ¿Podés confirmarme el precio y disponibilidad?”, fue el primer mensaje del acusado. El remisero respondió con naturalidad, ofreciendo el servicio y pidiendo los datos para calcular el presupuesto.
En la siguiente conversación, Laurta continuó el engaño: “El próximo viaje seguramente sea a Posadas, pero este es solo hasta Rafaela”. Detrás de esa aparente charla laboral, ocultaba su verdadera intención: llegar a Córdoba, donde horas más tarde asesinaría a su expareja, Luna Giardina, y a su exsuegra, Mariel Zamudio.
Un crimen que buscaba borrar rastros
El último registro del celular de Palacio lo ubica en la terminal de Concordia, donde subió Laurta. A partir de ese momento, el conductor desapareció. Días más tarde, su cuerpo mutilado fue hallado en un camino rural de Estación Yeruá, a once kilómetros de ese punto.
Según la investigación, Laurta asesinó al remisero durante el trayecto y arrojó el cuerpo para continuar su recorrido solo. Luego viajó hacia Córdoba, usando caminos secundarios y evitando los controles. Su propósito, sostienen los investigadores, fue eliminar testigos y pruebas antes de concretar el doble femicidio.

El Toyota Corolla del chofer apareció incendiado en Villa Retiro, al norte de la capital cordobesa, una señal de que el acusado intentó borrar toda evidencia. En paralelo, se comprobó que Laurta ya había estado en el barrio de las víctimas días antes del ataque.
La insólita frase de Pablo Laurta en medio de un traslado
Tras su detención en Gualeguaychú, donde fue capturado junto a su hijo luego de intentar cruzar a Uruguay, Laurta se negó a declarar por el homicidio criminis causa de Palacio. Sin embargo, al ser trasladado al tribunal, lanzó una frase que dejó helados a los presentes: “Hay que venerarlo, es un mártir”.