En los últimos días, Selma Blair volvió a ocupar titulares en la prensa internacional. Pero esta vez el motivo no fue un proyecto cinematográfico ni un evento social, sino un tema que ella misma convirtió en bandera personal: la salud.
Tras denunciar que durante años sufrió negligencia médica con sesgo de género, la actriz de 52 años volvió a generar interés sobre su diagnóstico de esclerosis múltiple y por cómo se encuentra hoy, a siete años de haber comenzado el tratamiento que cambió su vida.
La actriz reveló que, antes de recibir finalmente un diagnóstico correcto en 2018, convivió durante más de 15 años con síntomas incapacitantes que fueron minimizados por profesionales de la salud. “Me decían que era estrés, que era cansancio, que yo exageraba. No me escuchaban”, contó. Sus palabras reabrieron un debate global sobre la subestimación del dolor femenino en la medicina y la falta de investigación específica para enfermedades crónicas que afectan mayormente a mujeres.

Cómo está hoy Selma Blair, a 7 años de su diagnóstico de esclerosis múltiple
En su última entrevista con la revista People, Blair sorprendió al dar una actualización alentadora sobre su estado de salud. “Me siento increíblemente bien. Llevo casi un año sintiéndome de maravilla”, afirmó. Pese a la enfermedad, que continúa siendo progresiva, la actriz está atravesando un presente estable y sin recaídas significativas.
“Por fin estoy lo suficientemente bien. Siempre intento sentirme lo mejor posible, pero ahora que tengo resistencia y energía, salir ya no me da tanto miedo”, remarcó. Su testimonio refleja un proceso largo y complejo de rehabilitación, que incluye fisioterapia, medicación continua, monitoreo neurológico y acompañamiento emocional.

Sin embargo, aunque hoy disfruta de una mejor calidad de vida, convive con las secuelas de la enfermedad: suele presentarse en eventos ayudada por un bastón para mantener estabilidad y está acompañada permanentemente por Scout, su perro de asistencia, que se volvió una figura inseparable y símbolo de su lucha.
Alejada de Hollywood, pero con nuevos proyectos
Desde 2021, Selma Blair se mantiene casi fuera de los rodajes debido a las limitaciones físicas que enfrenta. Su última participación en cine fue hace cuatro años, y desde entonces prioriza su cuidado personal. Sin embargo, asegura que no abandonó sus sueños.
Durante la entrevista, reveló que tiene nuevos proyectos cinematográficos en desarrollo y que ya comenzó a evaluar propuestas concretas. Pero no parece querer regresar a cualquier precio: “No quiero volver al set si eso significa arriesgar mi salud. Ahora conozco mis límites”.
En paralelo, continúa desarrollando otros proyectos personales. En 2022 estrenó su autobiografía Mean Baby, que se convirtió en best seller y fue elogiada por su honestidad cruda. Ese mismo año fue nombrada directora creativa de Guide Beauty, una firma de maquillaje adaptada a personas con movilidad reducida o discapacidad motora. Su próximo plan: escribir un libro de fantasía para adolescentes.

Su voz como herramienta de cambio
Lejos de victimizarse, la intérprete convirtió su historia en una plataforma de impacto social y hoy trabaja activamente por la visibilidad de pacientes con enfermedades invisibles. Su documental Introducing Selma Blair (2021) fue un retrato íntimo y estremecedor sobre su proceso médico y emocional, incluyendo el momento en el que los médicos le recomendaron “hacer planes para morir” antes de iniciar un tratamiento experimental.
Hoy, con un presente mucho más luminoso, Blair reconoce que no pretende ser un símbolo: solo busca acompañar a quienes atraviesan lo mismo que ella. “No soy una superviviente perfecta. Pero estoy acá. Todavía tengo humor. Y tengo esperanza”, expresó.
Tras sus optimistas declaraciones, el círculo íntimo de Selma Blair aseguró que sigue en pie, que sigue sensible y combativa. Y aunque la esclerosis múltiple forma parte de su vida para siempre, hoy elige levantar la voz para transformar el dolor en conciencia colectiva. Porque su lucha ya no es solo personal: es una batalla por todas las personas que todavía esperan ser escuchadas.