Con la mirada puesta en un verano que promete ser complejo, el Servicio Provincial de Manejo del Fuego y distintos organismos nacionales y locales comenzaron a coordinar estrategias preventivas ante el creciente riesgo de incendios forestales. La escasez de nieve y de lluvias durante el invierno encendió las alertas en toda la región.
La reunión tuvo lugar en el Centro Cultural Melipal de Esquel, donde representantes de diversas instituciones analizaron las perspectivas para la temporada 2025/2026 y acordaron reforzar la cooperación para actuar con rapidez ante cualquier foco.
“Año a año logramos una efectividad en el recurso de tenerlo en tiempo y forma y esto es importante para afrontar los grandes eventos”, destacó Abel Nievas, director del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, en diálogo con EQS Notas.
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EQS
Durante el encuentro, Ezequiel Marcuzzi, referente de Meteorología del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, presentó un pronóstico que no deja margen para la relajación. Explicó que, aunque las lluvias primaverales ayudan a mantener bajo el peligro inmediato, también estimulan el crecimiento de pastizales que, al secarse, se convierten en un combustible ideal para las llamas.
“El gran problema fue la falta de lluvias y nevadas durante el invierno, lo que va a repercutir en el estrés hídrico de la vegetación en verano. Las precipitaciones actuales son positivas, pero a mediano plazo pueden predisponer un escenario complejo”, indicó.
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El especialista también adelantó que se esperan temperaturas superiores a lo habitual y un incremento en las tormentas eléctricas, sobre todo en la meseta y la costa. Estas condiciones, sumadas al estrés de la vegetación, podrían elevar el riesgo de incendios de campo en amplias zonas de Chubut, Río Negro y Neuquén.
La jornada cerró con el compromiso de todos los organismos participantes de mantener una coordinación constante durante los próximos meses, mientras el comportamiento del clima continúa bajo análisis.