Horas antes de que la Policía Nacional española confirmara la aparición con vida de Paola Mariana Lens, un sorprendente y confuso mensaje publicado en sus redes sociales encendió nuevas alarmas entre sus familiares y amigos.
La joven argentina de 26 años, oriunda de Villa Devoto, había desaparecido el 14 de octubre en Palma de Mallorca, adonde había llegado días antes para trabajar como niñera con una familia alemana.
El texto, difundido desde su cuenta de Instagram, sostenía que ella no estaba desaparecida. “Agradezco todos sus mensajes. Yo estoy bien! Me hicieron llegar audios y videos que no son ciertos y quiero decir que nada más alejado de la realidad. Yo estoy bien», comenzaba diciendo el escrito en cuestión.
«Nunca pasó nada más que estar un tiempo incomunicada. Hubo gente que estuvo divulgando y tergiversando información. Estoy en Palma, trabajando con chicos y muy bien. Por favor dejen de divulgar información falsa!”, seguía la publicación, que de inmediato generó dudas y sospechas entre sus allegados.
Para la familia Lens, algo no cerraba. Minutos después de la publicación, Dolores, la hermana de Paola, negó rotundamente que el mensaje hubiera sido escrito por ella.
“Los videos que publicó son viejos, le están usando las redes y la hacen aparecer para que no podamos denunciar su desaparición. La familia y amigos cercanos la conocen y saben que ella jamás haría algo así”, escribió en sus redes, acompañando su mensaje con capturas de pantalla del perfil.
Mariana, vale aclarar, había estado incomunicada desde el 14 de octubre, cuando envió su último mensaje a sus seres queridos. Desde entonces, borró sus redes sociales, cambió de número y bloqueó a todos sus contactos, lo que alimentó el temor de que pudiera haber sido víctima de una red de trata o de un hecho de violencia. Por eso, el repentino regreso a la actividad en su cuenta —y en un tono tan diferente al habitual— generó inquietud y sospechas.
“Los datos no concuerdan, hay cosas raras y sus últimas apariciones por llamada estaba llorando desconsoladamente, como que si alguien la estuviera amenazando o extorsionando”, añadió Dolores, en un intento desesperado por alertar a las autoridades.
Pocas horas más tarde, la Policía Nacional de España confirmó que Paola había sido localizada en perfecto estado de salud. Según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Baleares, su desaparición fue voluntaria y la joven había seguido su vida con normalidad desde que se perdió su rastro.
Un caso con más dudas que certezas
La investigación por la desaparición de Mariana, llevada adelante por el grupo de Homicidios y Desaparecidos, se inició luego de que el Consulado Argentino en Palma notificara oficialmente su desaparición a las autoridades locales. Finalmente, fue hallada en la misma isla donde había sido vista por última vez.
Mientras tanto, desde Buenos Aires, su madre Gabriela confirmó la noticia con alivio y contó que viajaba rumbo a España para reencontrarse con su hija. “Me dijeron solamente eso, o sea, que cuando llegue allá me comunique con ella. Solo eso sé, nada más que eso. Recién me llamaron y no me dijeron más nada que está bien”, dijo ante los periodistas, emocionada y agotada tras días de angustia.
“Hasta que yo no la vea ella no sé más nada, es una buena noticia, igual todavía estoy nerviosa, o sea, necesito verla, estar ahí”, agregó antes de subirse al auto que la llevó al aeropuerto de Ezeiza.
Aunque la aparición de Paola trajo tranquilidad y alivio, el enigmático mensaje publicado en sus redes sigue siendo un interrogante. Su familia espera poder conversar con ella para entender qué fue lo que realmente ocurrió durante los días en los que su paradero fue un misterio.
