Los ministros están a oscuras después de que Javier Milei adelantó que estudiaba cambios profundos en el gabinete después de la elección. “El 26 a la noche, con todos los números, veré qué tipo de entramado necesito para lograr los objetivos”, sostuvo el Presidente en una entrevista que se reprodujo el martes.
Horas después, Gerardo Werthein cumplió con sus advertencias y se fue de la Cancillería. Los nombres para su reemplazo se multiplican igual que en el resto de las carteras que sí o sí cambiarán de manos.
Federico Pinedo estuvo el martes en la Casa Rosada y automáticamente se convirtió en un candidato para suceder al Werthein al frente del Palacio San Martín. El nombre de Guillermo Francos también se mencionó en algunos despachos oficiales. En la nómina de candidatos se cuentan también el cónsul en San Pablo, Luis María Kreckler .y el de Fulvio Pompeo, ex secretario de Asuntos Estratégicos de Mauricio Macri y actual funcionario porteño, que este miércoles regresó al país después de una gira con Jorge Macri. También se mencionó al diputado Fernando Iglesias.
Karina Milei le había propuesto a Francos el cargo antes que a Diana Mondino, pero el director del BID prefirió el ministerio del Interior para coordinar las negociaciones políticas del Gobierno con otras fuerzas políticas.
Precisamente esa función clave es la que está en discusión en el corazón del Gobierno. Francos, ascendido a jefe de Gabinete, como Werthein, recela de la injerencia en sus asuntos de Santiago Caputo, el asesor contratado, que -según declaró Milei- podría ocupar a partir de ahora un cargo formal en el organigrama.
En el entorno de Caputo juran que no imaginan al asesor como ministro coordinador, del Interior y mucho menos como canciller, aunque sirviera para blanquear que él controla los vínculos más importantes con la administración republicana o con la política local. “No lo necesita”, destacan al recordar con nostalgia la dinámica política del Gobierno en 2024, con el asesor detrás de bambalinas. El supuesto enviado de Trump Barry Bennet sugirió que la Casa Blanca vería con buenos ojos el paso al frente del asesor.
El ala de Caputo agita el nombre del secretario de Culto, Nahuel Sotelo, para el máximo sillón de la Cancillería, quinto legislador electo por la Tercera sección electoral en los comicios bonaerenses del 7 de septiembre, y único candidato de Las Fuerzas del Cielo en esas elecciones.
No descartan tampoco la posibilidad de que el Presidente cree un cargo ad hoc para Caputo, que no conllevaría necesariamente una firma como la de los ministros. Sin la firmeza de Werthein, cerca de Caputo se atreven a sugerir que, si no hay cambios de fondo, el asesor podría dejar el Gobierno.
Si eso ocurriera, todas las áreas sensibles que supervisa Caputo, como la UIF, la SIDE, la secretaría de Justicia, la DGI, la gerencia de YPF, las empresas del Estado y hasta el ministerio de Salud- quedarían huérfanas. Suena improbable.
Las salidas seguras de Patricia Bullrich y Luis Petri, de Seguridad y Defensa, para asumir sus respectivas bancas en el Senado y en Diputados también abrieron un abanico de posibilidades que explicitan las necesidades políticas del Gobierno.
Guillermo Montenegro sigue siendo el principal nombre sugerido para reemplazar a Mariano Cúneo Libarona en Justicia. En el mismo movimiento podría absorber la Cartera que hoy maneja la primera candidata a senadora por la Ciudad. El principal problema del intendente de Mar del Plata, asiduo visitante del despacho de Caputo, es que Karina Milei le desconfía. Macri tampoco siente propio al dirigente del PRO.
Bullrich pretendía que su segunda, Alejandra Monteoliva, fuera su reemplazante. Así, según relatan en su entorno, acordó la ministra con el Presidente cuando accedió a ser candidata. Ahora podría permanecer en su cargo como segunda. Sebastián Amerio, secretario de Justicia y hombre de Caputo, podría mantenerse en el cargo.
El Presidente también había valorado públicamente la gestión en seguridad de Santilli. Algunos mencionan también al candidato como posible ministro del Interior, una Cartera para la que el diputado sonaba cuando Lisandro Catalán era secretario del área. Si eso ocurre, no será bajo la tutela de Francos.
El nombre del diputado saliente Rodrigo de Loredo es uno de los nombres que se mencionó como posible reemplazante para blindar el acuerdo político entre la Rosada y el gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo. Luis Juez fue mencionado antes para el mismo lugar.
El vocero Manuel Adorni también se irá para asumir su banca en la Ciudad, aunque hace pocos meses le auguraban un veloz retorno a Balcarce 50.
El cargo más firme -al menos hasta el domingo- es al mismo tiempo el más sensible de todos. A pesar de que ya lo dieron fuera del Gobierno en varias oportunidades, el ministro de Economía Luis Caputo ratificó en Córdoba que seguirá en su cargo cualquiera sea el resultado. “Más vale”, contestó cuando lo interrogaron sobre su permanencia. “No debe haber habido en la historia argentina una relación como la de Javier conmigo«, contestó entre aplausos Caputo. Los cortocircuitos con el ministro de Desregulación Federico Sturzenegger nunca se acallaron.
Mientras el Ejecutivo redefine un nuevo esquema de poder, la discusión tiene su correlato en el Congreso. Martín Menem pretende continuar al frente de la presidencia de Diputados para donde sigue sonando desde el principio de la gestión el nombre de Cristian Ritondo.