Córdoba, el oasis de River en plena crisis
Con banderas, cánticos y emoción a flor de piel, el interior le ofreció al plantel Millonario un respiro que en Núñez escasea. El cariño desbordó la crisis y los hinchas le dieron un espaldarazo clave cuando el equipo llegó al hotel, antes de la semifinal de la Copa Argentina.

A 12 cuadras de la Plaza San Martín, en una jornada de calor veraniego que invita al paso cansino, transcurre un jueves más, común y corriente para los habitantes de la Provincia de Córdoba. Pero, al pasar las horas y ya entrado el atardecer, la monotonía de la rutina se rompe abruptamente en los alrededores del Hotel Quinto Centenario.
Vallado, caudal policial, más densidad de tráfico en el centro, y un factor común: las camisetas de River copan la escena. Pocas cosas alteran el orden cotidiano en el interior del país como la llegada del plantel Millonario, que, con la misma gratitud con que fue recibido, se acercó a retribuir esa muestra de afecto cuando el reloj marcó alrededor de las 21 horas de este jueves.
Aun en plena crisis, con un Marcelo Gallardo que lucha por reencontrarse con su ADN y hacer resurgir a un equipo sin rumbo claro, la ciudad ubicada en el centro geográfico de Argentina se convierte en un oasis de cariño impropio del presente que atraviesa. Y, en consonancia, una antítesis de lo que se vive últimamente en Núñez.
De los insultos, reproches y silbidos contra Deportivo Riestra, acompañados del cancionero de tiempos oscuros que se desempolvó en un Monumental que colmó su paciencia y puso el grito en el cielo en la última localía, a un cariño conmovedor que desbordó las calles cordobesas.
Niños, jóvenes, adultos… todos los rangos etarios colmaron las inmediaciones del lugar donde se aloja River, sin distinción, pensando en apoyar al equipo de cara a la semifinal de la Copa Argentina de este viernes ante Independiente Rivadavia de Mendoza.
Los hinchas de River recibieron en multitud a los jugadores y a Gallardo


La bajada del micro de la delegación de River a las afueras del hotel

El pueblo cordobés llevó carteles, banderas y amor, incluso a menos de una semana del partido con Talleres en esta provincia, a una delegación que necesitaba ese empujón anímico cuantas veces sea necesario para dar un plus en el Estadio Mario Alberto Kempes. ¿El objetivo? Casi una obligación: llegar a la final.
Si falta el juego, la fluidez y el fútbol en general, bienvenido sea un espaldarazo afectivo, parecían decir los rostros de los jugadores del Millonario. Como de costumbre, Juan Fernando Quintero, Enzo Pérez, Franco Armani, Ignacio Fernández, leyendas de Madrid, y Gonzalo Montiel, más el -otro- campeón del mundo, Marcos Acuña (el que más tiempo se quedó con la gente), fueron los más requeridos por los hinchas. Y, claro, el número uno, el más ovacionado, fue Gallardo, como siempre. Sin embargo, los hinchas se quedaron esperando que saliera a saludar junto a los jugadores, algo que no ocurrió.
Pero no se trataba de cualquier hincha: el cordobés, el del interior, ese que se desentiende del momento porque lo desborda la emoción por ver a sus ídolos, incluso hasta las lágrimas tras una foto o un autógrafo. Sus ojos expresaron lo que las palabras no: no saben cuándo los volverán a ver, cuándo se repetirá este encuentro. Por eso, ese afecto, hoy, en un terreno sinuoso y sin brújula clara, es como un oasis en el desierto para River.
Los hinchas de River coparon Córdoba para recibir al plantel

El plantel de River fue recibido por una multitud en Córdoba








