El caso de Lourdes Fernández, exintegrante de Bandana, sigue generando conmoción en el mundo del espectáculo. Tras su rescate en el departamento de su expareja, Leandro García Gómez, imputado por privación ilegítima de la libertad y violencia de género, Lissa Vera rompió el silencio este viernes en el programa Sálvese Quien Pueda (América TV) y dio detalles escalofriantes sobre la relación tóxica que mantuvo su amiga.
“Por ayudarla, terminé enfrentándome con él. Ahí me gané un enemigo acérrimo, mi enemigo mortal”, confesó Lissa, quien fue una de las pocas personas que se animó a denunciar la situación. La cantante relató que, aunque se muestra fuerte, es consciente del riesgo: “Tengo esta fuerza de salir y enfrentarlo, pero también sé que es alguien que está fuera de sí. Puede ser un peligro para mí”.
Durante la entrevista, Vera describió la manipulación psicológica que Lourdes sufrió durante años. Según contó, García Gómez ejercía un control absoluto: manejaba sus redes sociales, cobraba sus shows y hasta usaba alias para ocultar su identidad. “Hay uno solo que golpea, que domina y que somete, y es él”, remarcó la artista, dejando en claro que la violencia era sistemática y que el consumo de drogas y alcohol agravaba la situación.
Uno de los momentos más impactantes de la charla fue cuando Lissa reveló una amenaza que el agresor le habría hecho a Lourdes: “Si lo pierdo todo, te mato”. Esta frase, según trascendió, estaba vinculada al temor del hombre de perder la revinculación con sus hijas de un matrimonio anterior por las denuncias en su contra.
La cantante también recordó que Lourdes había devuelto un botón antipánico que le había sido asignado, lo que demuestra el nivel de sometimiento psicológico que padecía. “Nunca se cortó el vínculo”, aseguró Lissa, quien cree que la dependencia emocional y el miedo fueron determinantes para que su amiga no lograra alejarse antes.
El operativo policial que permitió rescatar a Lourdes se realizó tras la denuncia de su madre y la intervención de Lissa, quien no dudó en actuar pese a saber que su amiga podría enojarse. “Prefiero que esté enojada conmigo y viva”, dijo en otro momento, dejando en claro que su prioridad era salvarla.
Hoy, García Gómez permanece detenido y será indagado por la Justicia. Mientras tanto, Lourdes se recupera rodeada de su familia y amigos, aunque todavía no retomó el contacto con Lissa. “No me importa si me odia, lo hicimos para su bien”, cerró la artista, visiblemente afectada por todo lo ocurrido. Este caso vuelve a poner en agenda la importancia de denunciar y actuar a tiempo frente a la violencia de género, una problemática que sigue cobrando víctimas en silencio.





