En un contexto global marcado por la urgencia climática, ChileOliva —la asociación gremial que agrupa a los principales productores de aceite de oliva del país— reafirma su liderazgo impulsando un modelo de producción sustentable y resiliente, alineado con los desafíos ambientales, sociales y económicos del agro chileno.
A través del Acuerdo de Producción Limpia (APL) y la Certificación Aceite de Oliva Sustentable (AOS), la organización promueve la adopción de prácticas responsables en toda la cadena de valor, consolidando la reputación del aceite de oliva chileno extra virgen como un producto de calidad, trazable y comprometido con el medioambiente.
Prácticas sustentables y sello AOS
Las empresas adheridas al APL y certificadas bajo el sello AOS – Aceite de Oliva Sustentable – aplican medidas concretas en materia de eficiencia hídrica y energética, economía circular, gestión de la huella de carbono y protección de la biodiversidad predial.
Este sello, único en Latinoamérica, garantiza que cada empresa certificada cumple con exigentes estándares de sustentabilidad, fortaleciendo la confianza de los consumidores y compradores internacionales.
“El futuro del sector pasa por producir con conciencia. Ser una empresa sustentable no solo es una ventaja competitiva, es asegurar la continuidad, trazabilidad y calidad del aceite de oliva chileno en los mercados globales”, destaca Gabriela Moglia, gerente general de ChileOliva.
APL y certificación
Desde 2017, ChileOliva trabaja junto a la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) en acuerdos voluntarios que han sentado un precedente en la gestión ambiental del sector agrícola.
El primer APL permitió certificar a 17 empresas olivícolas, mientras que el segundo acuerdo, concluido en 2022, amplió su alcance integrando aspectos como economía circular, sustentabilidad social, biodiversidad, ecodiseño y gestión de riesgos climáticos, alcanzando 23 instalaciones certificadas.
Actualmente, el gremio avanza en un Tercer Acuerdo de Producción Limpia, centrado en prácticas de agricultura regenerativa, con el propósito de cuidar los suelos, fortalecer la biodiversidad y avanzar hacia la carbono neutralidad del sector olivícola chileno.
Conocimiento técnico para la planificación productiva
Los efectos del cambio climático representan un reto estructural para la industria del aceite de oliva. Estudios desarrollados por ChileOliva junto a INFODEP (Información Agroclimática para el Desarrollo Productivo) proyectan que hacia 2050 la zona central de Chile podría experimentar un aumento de temperatura entre 1,5 y 2°C, acompañado de una reducción de hasta 15% en las precipitaciones, afectando especialmente las zonas de secano costero.
No obstante, gracias a la alta capacidad de adaptación del olivo, se prevé una expansión del potencial productivo hacia el sur, particularmente hasta la Región del Biobío, donde las condiciones hídricas serán más favorables. Esta información técnica resulta clave para la planificación futura de inversiones y proyectos de riego en el país.
Alineamiento con la Estrategia de Sustentabilidad Agroalimentaria 2030
Las acciones de ChileOliva se enmarcan en la Estrategia de Sustentabilidad Agroalimentaria 2020–2030 del Ministerio de Agricultura, contribuyendo a los objetivos nacionales en materia de eficiencia hídrica, reducción de emisiones y conservación de la biodiversidad.
Con una década de trabajo continuo, la asociación consolida su rol como referente técnico y articulador del desarrollo sustentable en la industria olivícola chilena, potenciando la competitividad del aceite de oliva nacional en los mercados internacionales más exigentes.





