Descendientes de un matrimonio judío han iniciado juicio al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y a una fundación griega a raíz de un cuadro al óleo de Vincent van Gogh que la pareja dijo que se vio obligada a abandonar en Alemania cuando huyeron de los nazis en vísperas de la Segunda Guerra Mundial.
Fachada de entrada del Museo Metropolitano de Arte (The Met) en el Upper East Side, Manhattan, Nueva York. Foto: Wikipedia.En la demanda se acusa al Met, que compró la pintura en 1956 por 125.000 dólares, de, como mínimo, falta de rigor académico al no descubrir la procedencia cuestionable de la obra antes de adquirirla. En 1972 el museo le vendió el cuadro a un magnate naviero griego y ahora la demanda de los herederos procura su devolución,
El óleo “Picking Olives” (conocido en español como “La recolección de aceitunas” y “Cosecha de aceitunas” entre otras denominaciones), pintado por van Gogh un año antes de su muerte, en 1889, fue adquirido por el matrimonio que integraban Hedwig y Frederick Stern en 1935. Sin embargo, de acuerdo con la demanda, al matrimonio se le impidió llevarse la obra consigo cuando huyó de su hogar en Múnich con sus seis hijos hacia California en 1936. La pintura se vendió en Alemania en 1938 en nombre de la familia, pero las ganancias fueron confiscadas por los nazis, según la querella presentada el lunes en el Tribunal Federal del Distrito de Manhattan.
Un marchand y la venta
Después de la guerra la obra llegó a Estados Unidos, donde fue adquirida por uno de los hombres más ricos del país, Vincent Astor, a un marchand judío que, según los documentos judiciales, no reveló la propiedad anterior de los Stern. Posteriormente la esposa de Astor, la reconocida filántropa Brooke Astor, la vendió a través de una galería al Met, que finalmente la vendió al magnate naviero griego Basil Goulandris y a su esposa, Elise, por lo que se desprende de la demanda.
Actualmente el cuadro se exhibe en un museo de Atenas administrado por una fundación que creó el matrimonio griego. En la información acerca de la procedencia que figura en la página web del museo no figuran los Stern como propietarios anteriores.
Los herederos del matrimonio Stern habían presentado una demanda similar relacionada con el van Gogh en 2022 ante un tribunal federal de California, pero el caso se desestimó por cuestiones de jurisdicción. El litigio actual indica a Nueva York como jurisdicción competente para dirimir el pleito.
“En las décadas transcurridas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, este cuadro saqueado por los nazis ha sido objeto repetidas veces de tráfico clandestino, compras y ventas tanto en Nueva York como a través de ella”, sostienen los abogados de los herederos en su presentación.
«La recolección de aceitunas», pintada por Vincent van Gogh en 1889, fue una de las varias versiones de la escena que creó. Foto: Fundación Basil & Elise Goulandris / The New York Times.Al argumentar que el Met debería haber investigado mejor la historia del óleo antes de su compra, la demanda señala que la transacción fue supervisada por Theodore Rousseau Jr., curador de pintura europea del museo y experto en saqueo de obras de arte por parte de los nazis. Rousseau fue integrante de la unidad de élite de la Segunda Guerra Mundial conocida como “Monuments Men” (Sección de Monumentos, Bellas Artes y Archivos), integrada por hombres y mujeres a cargo de rastrear y recuperar obras de arte saqueadas por los nazis.
Sabían o debían haber sabido
“Rousseau y el Met sabían o debían haber sabido que el cuadro probablemente hubiera sido fruto de pillaje a manos de los nazis”, afirma la demanda. “Rousseau no tomó ninguna medida para asegurarse, ni él mismo ni al Met, de nada referente a las transferencias de esta pintura desde Alemania o dentro de ese país durante la guerra.”
Los documentos judiciales enumeran distintos lugares en Alemania y Estados Unidos donde los Stern presentaron reclamos o consultaron acerca del cuadro después de la guerra, incluido un especialista en restituciones del Departamento de Estado de EE. UU.
La postura del Met es que ignoraba cualquier implicación nazi en la historia de la obra antes de su adquisición y posteriormente, cuando se vendió.
El museo informa que un comunicado suyo emitido en 2022, al presentar su primera demanda la sucesión de la pareja Stern, aún refleja su postura. En dicho comunicado el museo indicaba que «durante el período de propiedad de la pintura a cargo del Met» no existía constancia de su perteneciera a la familia Stern y añadía que «esa información no estuvo disponible hasta varias décadas después de que el cuadro abandonara la colección del museo».
En el comunicado el Met aludía a la fundamentación de la venta afirmando que el van Gogh se vendió para recaudar fondos para adquisiciones porque “se lo consideró de menor calidad que otras obras del mismo tipo existentes en la colección”.
Los Stern huyeron de su hogar en Múnich en 1936, cuando los nazis intensificaron su persecución contra los judíos. Foto: Colección del Museo Memorial del Holocausto de los Estados Unidos, donación de Deborah L. Silver. / The New York Times.“Si bien el Met mantiene respetuosamente su postura de que esta obra ingresó a la colección y fue dada de baja legalmente y cumpliendo con todas las directrices y políticas”, continuaba el comunicado, “el museo agradece y considerará cualquier nueva información que surja”.
La fundación Goulandris no respondió a las solicitudes de formular comentarios. La demanda también menciona a otro miembro de la familia y a una empresa controlada por ella. En una instancia anterior, los abogados de la familia Goulandris argumentaron que el tiempo transcurrido dificultaba injustamente la defensa contra la demanda, ya que «pruebas y testigos cruciales», incluida la propia Hedwig Stern, ya no estaban disponibles.
En sus documentos judiciales, la sucesión Stern cita artículos del New York Times sobre la venta de 1972, uno de los cuales apareció en la portada, que daban a entender que la venta del van Gogh por parte del museo no había tenido amplia difusión y solo salió a la luz meses después, cuando este y otro cuadro vendido por el Met aparecieron en el mercado. La demanda sostiene que el museo evitó una venta más pública que podría haber puesto de manifiesto el expolio de la pintura.
Una compensación
La querella pretende que el Met compense a la parte perjudicada “por el valor derivado de la posesión y el uso entre 1956 y 1972 de dicha pintura expoliada, así como por las ganancias que obtuvo al venderla en 1972”.
Al matrimonio Stern se le impidió llevar la obra al extranjero porque los nazis la declararon “bien cultural alemán”, si bien no tenían ningún interés en van Gogh, cuyo enfoque comparativamente moderno de la pintura fue calificado de “degenerado”. Se limitaron a confiscar el dinero cuando el cuadro se vendió y la obra en sí circuló entre múltiples adquirentes hasta que en 1955 Brooke Astor la consignó para su venta en la Galería Knoedler.
La demanda argumenta que el Met debería haber sido más cauteloso al comprar la obra a Knoedler, debido a que la galería, ahora desaparecida, ya había sido identificada por comerciar con obras robadas de Europa.
Hedwig Stern, su marido, Frederick, y su hijo, Walter. Foto: Colección del Museo Memorial del Holocausto de Estados Unidos, donación de Deborah L. Silver. / The New York Times.El óleo es una de tres pinturas similares de mujeres recogiendo aceitunas que pintó van Gogh durante su tratamiento en el manicomio de Saint-Rémy, cerca de Arlés, Francia.
Luego de crear una pintura original, la práctica del artista consistía a menudo en realizar versiones alternativas. En 2002 el Met adquirió una versión posterior, “Mujeres cosechando aceitunas”. En la Galería Nacional de Arte de Washington D. C. se encuentra un tercer cuadro sobre recolectoras de aceitunas.
© The New York Times / Traducción: Román García Azcárate





