Jueves por la mañana. Toca pasar el mal trago. Con esquivos “No me consta” no basta: hay que salir vivo –o, mejor aún, sin un rasguño– del Senado, convertido en una suerte de nido de matonismo político. Basta escuchar el tono y la agresividad de las intervenciones para entenderlo. No huele a flores en la sala. Más bien apesta. Caso Koldo, dos ex secretarios de organización del PSOE imputados, un exministro bajo sospecha, supuesta financiación irregular, sobres con dinero, prostitutas… Uf, uf.
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