La corona de la Copa NASCAR de Larson se produce a expensas desgarradoras de Hamlin

Incluso ahora, casi 24 horas después del hecho, es difícil procesar adecuadamente lo que le pasó a Danny Hamlin en el 2025 NASCAR final de temporada.

«En este momento», dijo el domingo por la noche, «no quiero volver a correr un auto nunca más».

El mejor piloto en 77 años de carreras de NASCAR que nunca grabó su nombre en la codiciada Copa había producido posiblemente la mejor temporada de sus dos décadas de carrera y había dominado el evento final de la temporada. Su objetivo era ser el mejor clasificado del Campeonato 4. Lo hizo, atravesando una carrera de obstáculos en una noche que le arrojó todo lo que tenía al jugador de 44 años con una cartera de desamor en el pasado en las posibilidades de título del final de temporada. Hubo malas paradas en boxes y casi accidentes y un embrague que era más suave que el malvavisco, pero aun así ganó la pole position y lideró 208 de las 312 vueltas programadas para la carrera, incluidas las últimas 28 en tiempo reglamentario… antes de que ese reglamento se convirtiera en tiempo extra.

Lo que sucedió después fue difícil de aceptar para quienes lo vieron en la pantalla o desde sus asientos (todas las películas de terror lo son), pero fue aún más increíblemente incomprensible para quienes estaban detrás de las ruedas de los autos de carrera el domingo por la noche. Incluso el beneficiario de todo.

«La verdad es que todavía no lo puedo creer», confesó. Kyle Larson el lunes por la tarde, llamando desde Phoenix después de sólo una hora y media de sueño, una noche perdida para celebrar su segundo campeonato de la Copa, siendo sólo el piloto número 18 en la historia de NASCAR en hacerlo. Pero también mezclado con la causa de su insomnio había algo más que un poco de culpa del sobreviviente. «Es una sensación muy extraña, estás tan emocionado porque ganaste el campeonato, pero ya sabes, tengo corazón. Denny es un gran competidor y un buen amigo. Ver a alguien que siempre ha estado tan cerca de ganar el campeonato, y tenerlo en la punta de sus dedos, haciendo todo bien durante el día y el fin de semana y que se lo arrebaten tarde… Cuando finalmente pueda verlo más tarde esta noche, simplemente no sé qué decir. Como, estoy diciendo: ‘Lo siento'».

«Lo siento» es exactamente lo que dice el compañero de equipo de Larson en Hendrick Motorsports. Guillermo Byron le dijo a Hamlin cuando estaban juntos en el podio en el centro de prensa posterior a la carrera. Fue Byron, un miembro de ese Campeón 4, tratando desesperadamente de mantenerse a una distancia de ataque con Hamlin tarde, quien golpeó la pared y sacó la bandera amarilla que presionó el botón de reinicio que provocó el tiempo extra que envió a todos los líderes a la calle de boxes. Fue durante esa última parada en boxes que Hamlin, que utilizó cuatro neumáticos mientras otros utilizaban dos o menos, perdió el liderato, la carrera y el campeonato.

Fue en ese mismo pit lane donde innumerables competidores se alinearon para intentar consolar a Hamlin después de la bandera a cuadros, después de que finalmente cayera al sexto lugar en la carrera y al segundo lugar en la clasificación, tres puntos detrás de Larson, quien terminó tres puestos por delante en el tercer lugar.

Ciertamente no era la primera vez que un corredor perdía un campeonato que parecía tan inevitable. Tampoco era la primera vez que muchos otros corredores se acercaban al coche de un rival para abrazar su cuello abatido. Pero este momento también fue singular porque fue una combinación única de los dos.

En 1998, cuando Dale Earnhardt finalmente ganó las 500 Millas de Daytona, los miembros del equipo de todos los demás equipos se alinearon para chocar los cinco con el hombre que finalmente había roto una racha de dos décadas de derrotas en la carrera más importante del deporte. En 1984, cuando Richard Petty obtuvo la victoria número 200 de su carrera, sus oponentes también se unieron a la celebración, incluso Cale Yarborough, el hombre que había perdido ante Petty por fracciones de segundo, se quedó para el picnic posterior a la carrera con el Rey y el Presidente, Ronald Reagan. Las familias Petty y Earnhardt volvieron a estar rodeadas de sus compañeros de carrera después de la muerte de Adam Petty en 2000 y Earnhardt el año siguiente. En julio de 2001, el deporte celebró con Dale Earnhardt Jr. cuando ganó la primera carrera en Daytona tras la muerte de su padre en las 500 millas cinco meses antes.

A lo largo de casi ocho décadas, ha habido muchos casos en los que triunfos y tragedias han unido al camarilla del garaje de la Copa, pero nunca todos se habían visto arrastrados por la misma ola de emoción por lo que un corredor no había logrado, como vimos que sucedió el domingo por la noche en Phoenix. Incluso cuando se trata de un piloto como Hamlin, que ha hecho carrera dividiendo, ya sea mirando hacia la tribuna y anunciando a la multitud «Acabo de vencer a tu piloto favorito» o usando su podcast para criticar a sus rivales o llevar todo el deporte a los tribunales con demandas antimonopoliolo que hará en diciembre.

«Eso es porque todos hemos visto lo duro que ha trabajado Denny para ver todo lo que ha logrado, por lo que merece ser un campeón», continuó Larson. «Espero que algún día, antes de que cuelgue, pueda experimentar cómo es. Y creo que será un sentimiento extremadamente gratificante para él. Especialmente ahora».

Es un recordatorio de lo que Hamlin ha hecho para merecer ese título que nadie quiere: el más grande que nunca lo ganó todo. En los anales de la historia de NASCAR, esa es una carrera de tres pilotos.

Junior Johnson, también conocido como el último héroe estadounidense, ganó 50 carreras como piloto sin campeonato, aunque, como a menudo le gustaba recordarnos, nunca corrió una temporada completa en busca de un título. Mark Martin ganó 40 carreras y terminó entre los cinco primeros en la clasificación de la Copa en 13 ocasiones, incluidos cinco impresionantes segundos puestos. Hamlin obtuvo la victoria número 60 de su carrera en octubre, la victoria que le dio su oportunidad por el título en Phoenix, empatado en el décimo lugar en la lista de victorias de todos los tiempos y que incluye tres victorias en las 500 Millas de Daytona. Esta fue la décima vez que terminó entre los cinco primeros en la clasificación final y su segundo subcampeonato.

Todas las casi copas de Hamlin se produjeron durante la era de postemporada de Caza/Playoffs de NASCAR. Esta temporada ha estado marcada por reuniones de un comité exploratorio de postemporada, del cual Hamlin ha sido miembro. Al ingresar a Phoenix, todavía había cierto debate sobre la eliminación del formato actual de una carrera, cuatro pilotos y el mejor finalista se lleva la Copa que ha estado vigente desde 2014. Cuando Hamlin se abrió camino hacia el frente por última vez, parecía haber una pizca de pelea de «Esto todavía funciona, te lo mostraremos» en el formato.

Ahora, cualquiera que se haya atrevido a considerar incluso el más mínimo apoyo, está mirando los restos humeantes de la temporada 2025 de Denny Hamlin y diciendo: «Sí, al diablo con eso». Y sí, eso incluye al hombre que ahora ha ganado dos Copas en ese mismo grupo de una noche.

«Creo que todos sentiríamos que tenemos una mejor oportunidad de ganar un campeonato si se tuvieran en cuenta más carreras», dijo Larson. «Entonces, si son 36 carreras, diez carreras o cuatro, cualquiera que sea el número, creo que sentiría que tengo una mejor oportunidad que simplemente limitarme a una carrera».

¿Y por qué, campeón?

«Porque, como demostró ayer, puedes tener el mejor auto y hacer el mejor trabajo como lo hizo Denny y no dejar al campeón. Eso no se siente bien. Y ciertamente todos lo sentimos así hoy».