A pocos días de cumplirse ocho años del hundimiento del ARA San Juan, la Corte Suprema de Justicia cerró definitivamente la causa por espionaje y confirmó el sobreseimiento tanto del ex presidente Mauricio Macri como de ex funcionarios de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). De esta manera, los jueces del Máximo Tribunal desestimaron las acusaciones de familiares de las 44 víctimas a bordo, quienes habían denunciado maniobras de vigilancia y seguimiento entre 2017 y 2018, en el marco de reclamos por respuestas sobre la desaparición del submarino.
No obstante, el Tribunal Oral Federal de Santa Cruz estableció un nuevo juicio oral contra varios integrantes de la Armada Argentina acusados del hundimiento ocurrido en noviembre de 2017. La resolución firmada por el juez Mario Gabriel Reynaldi estableció que el proceso judicial comenzará el 3 de marzo de 2026 y se desarrollará en la ciudad de Río Gallegos.
“Nosotros ya estamos acostumbrados al destrato de la justicia. No tenemos ni una pericia del submarino. Si se hace un juicio únicamente con los pocos materiales que la justicia tiene, ya nos podemos imaginar el resultado”, expresó Daniela Leiva, hermana de Luis Leiva, uno de los 44 tripulantes a bordo del ARA San Juan, en comunicación con Radio Universidad.

Nuevo juicio por el hundimiento del ARA San Juan
Al ser consultada sobre el sobreseimiento de Mauricio Macri, Leiva indicó que, según el fallo, en aquel entonces los familiares de las víctimas representaban “peligro para su seguridad pública como Presidente”. “Si nosotros alguna vez lo seguimos fue solo con carteles en nuestras manos en los que pedíamos justicia y nos preguntábamos dónde estaban nuestros familiares. Solo nos decían que una vez que el submarino implosionaba, desaparecía. Pero, en realidad, estaba en el lecho del mar”, explicó.
Frente a una nueva instancia judicial, Leiva aseguró que todas las familias esperan que alguno de los responsables sea condenado. “Muchas de las cosas que nosotros nos fuimos enterando fue gracias a los medios de comunicación. Que el submarino no estaba en condiciones para salir, que ellos habían pedido ayuda y no les contestaron, hasta que todo fue producto de un error humano”, manifestó.


Por último, recordó a su hermano Luis como “un tipo con un muy buen sentido del humor, familiero y orgulloso de ser de González Catán”. “Es fácil echarle la culpa a quien no se puede defender. Para que de alguna manera se pueda reparar la memoria de los 44 tripulantes, solo pedimos justicia”, pidió.





