
Hace 23 años que el Bosque Petrificado de Valcheta guarda un secreto extraordinario: troncos que superan los 75 millones de años, testigos de una Patagonia que alguna vez fue cálida, húmeda y llena de gigantes verdes. Hoy, en el corazón de la Región Sur, este yacimiento paleobotánico es Área Natural Protegida y uno de los Monumentos Naturales más valiosos del sistema provincial.
Aquí, en estas 625 hectáreas marcadas por el tiempo, la Patagonia escribe una parte de su historia más antigua. A simple vista, cuesta imaginarlo. Pero bajo el sol que cae fuerte sobre la jarilla y las piedras, se esconde un bosque que vivió durante el Paleoceno. Allí donde ahora manda la aridez, crecían árboles emparentados con araucarias y especies tropicales, altos como edificios y firmes como catedrales.
El viaje al pasado es inevitable cuando los guías señalan el origen de esta postal mineral: poderosas erupciones volcánicas sepultaron estos bosques bajo cenizas. Sin oxígeno, la vida vegetal se detuvo, pero los minerales empezaron su tarea silenciosa: reemplazar, milímetro a milímetro, la materia orgánica hasta convertirla en roca.

El viento, la lluvia y el tiempo, siempre el tiempo, fueron desenterrando esta historia y dejándola a plena vista: troncos acostados como columnas caídas, restos de copa, fragmentos que conservan ramas, frutos y hasta semillas. Algunos alcanzan los 30 metros. Tocar su superficie es rozar un millón de amaneceres.
Un paseo que conecta ciencia y aventura
El Bosque Petrificado es una invitación al movimiento. Se recorre a pie o en bicicleta por senderos señalizados, muy cerca del casco urbano de Valcheta. Cada paso es una clase de geología al aire libre, guiada por el personal especializado del lugar.
De noche, cuando el calendario regala luna llena o eclipse, la experiencia suma un capítulo más: visitas especiales donde el silencio se vuelve una banda sonora ancestral.
El área protegida abre todo el año. El cuerpo de Guardas Ambientales de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático trabaja en la conservación y protección del sitio para que cada visita sea responsable y deje solo huellas en la memoria.

Una joya turística de la Región Sur
Además de su enorme valor científico, el Bosque Petrificado es una parada ineludible para quienes recorren este rincón de Río Negro. A menos de 100 kilómetros de Las Grutas, suma una aventura distinta a los días de playa: un viaje que mezcla desierto, fósiles y una historia que se lee en las piedras.
Y Valcheta tiene mucho más para ofrecer. Su arroyo encantador, los paseos al aire libre y el Museo María Inés Koop con huevos de dinosaurios fosilizados y restos que fascinan tanto a grandes como chicos completan una escapada perfecta.

A 23 años de su creación como Área Natural Protegida, este bosque sigue enseñando. Sobre la importancia de conservar. Sobre el valor del pasado para entender el presente. Sobre la belleza que nace incluso luego del desastre.





