Agustín Neglia y Mariana Rojas sellaron su historia de amor con una boda en la Riviera Maya, rodeados de familiares y amigos. Luego de un compromiso que se volvió viral tras la propuesta del conductor en un globo aerostático sobre Capadocia, la pareja eligió el Caribe mexicano para celebrar una ceremonia íntima, relajada y fiel a su estilo de vida.
En exclusiva, aquí comparten con Revista GENTE los detalles de una celebración que combinó naturaleza, espiritualidad y disfrute. La pareja revela cómo se conocieron, qué los llevó a organizar una “wedding week” de tres días y los detalles detrás de un enlace que marcó una nueva etapa en sus vidas.

“Nos conocimos a través de las redes. Yo seguía a una amiga de Mariana de casualidad: ella hizo un posteo de una foto de playa en la que puso a todas sus amigas etiquetadas y ahí la veo por primera vez… y miro su perfil. Cuando abro una historia, ella venía bajando justo de la playa con una amiga, sonriendo, y eso me encantó. A partir de ahí le aviso a su amiga que le voy a escribir, todo prolijo. En ese momento empezamos a hablar. Entre tanta charla, luego decidimos encontrarnos en un café”, cuenta él.
“Mientras más hablaba, más me gustaba. Ella estaba en otra. Yo, que andaba por Pinamar, le ofrecí acercarme a Mar del Plata con mi perro Milo. Eso resultó estratégico, parece. Así que, luego de conocernos, la invité a un lugar más neutral”, comenta.

Ella acota sobre la primera frase de Agustín: “Me dijo: ‘Mirá, mi vida es ésta, así que o no tenemos que ver ahora que ver o tenés que esperar a que yo vuelva’. Hacía 25 años que él no iba a Mar del Plata.”
–¿Cuáles sienten que son las virtudes y fortalezas del otro?
Mariana: Agus tiene una templanza que yo no tengo. Él hace que nos equilibremos mucho. Me da toda la seguridad. Algunas cuestiones que yo no tengo me las completa. Entonces hacemos ese mix, o por lo menos, en mi caso, siento que hacemos un mix que está bárbaro.
Agustín: Totalmente. A veces soy muy catastrófico al pensar cosas, y ella es súper positiva. Me da risa porque es como que todo lo que yo le cuento viene con un mensaje de ‘va a estar todo bien’. Nuestra relación fluyó siempre de manera muy linda. Fue fácil llevarnos bien y nunca sentimos que teníamos que forzar nada. Este modo de vida que tenemos, donde yo también cada dos semanas hago algún viajecito de varios días, nos carga las pilas. Porque, en definitiva, te hace extrañar al otro.


–El compromiso fue viral en redes. ¿Cuál era la perspectiva de cada uno ese día?
Agustín: Yo había ido en 2017 a Capadocia. Me parece que es una de las cinco excursiones más impresionantes del mundo para hacer. De hecho, cuando estuve la primera vez volando en un globo, hubo una propuesta de matrimonio en el mismo aerostato, que tiene capacidad para veinte personas. Entonces pensé que, cuando tuviera la posibilidad, lo iba a hacer ahí. Eso hizo también que se demore un poco la propuesta hasta poder viajar. Cuando empezó a salir el sol, ahí le hice la propuesta. Estaba grabándolo con unos lentes de esos que filman todo, para después hacer un video de recuerdo, que fue el que compartimos también. La cara de sorpresa de Mariana resultó espectacular.
Mariana: Para mí fue muy loco porque no me la esperaba. Yo soy de las que arma la valija: hice la mía y la de él, y no vi ningún anillo.
Agustín: Estaba bien escondido.

–De ese momento al presente, ¿cómo fueron gestando la boda en el Caribe?
Agustín: Teníamos muy en claro qué no queríamos, y era esa boda clásica con una fiesta gigante y con gente que por ahí tenés que invitar por compromiso. Por otro lado, estaba el sueño de compartir con un montón de amigos y familiares unas vacaciones, y así se nos ocurrió. Ya lo habíamos vivido con el hermano de Mariana, que se casó en Perú: viajamos todos y nos dimos cuenta de que era posible. Por eso elegimos hacerlo en el Palladium: hace muchos años trabajo con ellos. Queríamos que fuera en México, y nos terminamos inclinando por la Riviera Maya.
Mariana: Tenía que ser también en un hotel y en un lugar donde pudieran ir todo tipo de personas: desde niñitos y gente embarazada hasta adultos mayores. El papá de Agus tiene 80 años y nuestros sobrinitos, 4. Entonces nos parecía que este hotel iba para todo el mundo.
–¿Tuvieron que negociar algún aspecto de la organización por no coincidir entre ustedes?
Mariana: Es muy loco, porque volvemos casi al principio de la conversación: fusionamos tan bien que lo preocupante fue que no hubo ni un sí ni un no. Como a mí me gusta organizar, Agus me dejó hacerlo. Así que yo fui la que propuso, y en base a eso avanzamos.



–¿De qué forma organizaron las actividades?
Mariana: Fue una wedding week de tres días, entre el 29 y el 31 de octubre. El 29 hicimos la bienvenida, en la que estuvimos todos de blanco tomando un trago. Como tenemos amigos de todas partes y no se conocían, fue una especie de fusión para que la energía fluyera. El segundo día tuvimos la ceremonia maya, en la que respetamos la cultura mexicana: vino un chamán y se armó un círculo de flores en que todos intencionamos alrededor de una fogata.
–¿Cómo reaccionaron sus familiares y amigos a la invitación?
Agustín: Cuando surgió la propuesta, todos estaban esperando que contáramos en qué lugar nos íbamos a casar. Querían un destino para viajar, así que lo recibieron con alegría. Teníamos pensados varios lugares y elegimos México porque es un sitio con un aeropuerto como el de Cancún al que todos pueden llegar. La Riviera Maya es divina: nos encanta la naturaleza, y esto de casarnos en la playa, descalzos y bajo las palmeras, nos cautivó. El 70 por ciento de los que vinieron suele hacerse un viajecito así cada tanto, pero les avisamos con tiempo: ‘Las próximas vacaciones las van a pasar con nosotros y va a ser por nuestra boda’. Esa fue la propuesta.




Viajes, canciones y una historia que se escribe en movimiento

–Más allá del casamiento, ustedes viajan muy seguido juntos durante el año. ¿Cómo se organizan para cada viaje? ¿Quién se ocupa de qué?
Agustín: Nosotros hacemos unos cuatro viajes al año, más o menos. Casi siempre uno es en el invierno argentino, para escapar del frío, sobre todo el de Mar del Plata. En los últimos tres años estuvimos navegando en catamarán: elegimos un grupo de amigos para compartir el barco y nos vamos. Hicimos navegaciones en Grecia, y la última fue por Córcega y Cerdeña.
Mariana: Agus se encarga de toda la cuestión técnica, porque es parte de su vida. La producción y logística la maneja él. Yo me ocupo más de que todo esté perfecto: que tenga sus outfits listos, estén los míos, que sepamos a qué lugares vamos, dejar todo organizado con los perritos y los abuelos… Nos dividimos las tareas en equipo.



-¿Qué se viene?
Agustín: En febrero repetiremos un viaje que nos gustó mucho y ya hicimos dos veces: el invierno europeo. Nos encanta cortar un poco el verano acá, que disfrutamos en la costa -tenemos casa en Cariló-, y mostrar cómo se vive el invierno en Europa. Lo disfrutamos todos. Y después siempre elegimos algún viajecito distinto: el plan de 2026 es ir a Japón en abril, para la temporada de los cerezos. Modo Selfie sale hace ocho años sin parar, una vez por semana, así que la demanda de contenido es tremenda. Tengo que estar todo el tiempo produciendo. Por eso, cuando viajo con Mari, lo interpreto como vacaciones. Relajo y, curiosamente, ahí es cuando salen los mejores programas.

-¿Tienen alguna anécdota o momento especial que recuerden con cariño, más allá de la propuesta o la boda?
Mariana: Sí. Me voy a emocionar, pero para mí fue cuando adoptamos a Moca, nuestra perrita, y la trajimos a Mar del Plata. El momento en que conoció a Milo fue muy fuerte, porque sentí que ahí estábamos los cuatro y éramos una familia. Como que no necesitábamos nada más.
Agustín: Totalmente. Fue una decisión súper importante para nosotros. Milo era “mi perro”, y de repente pasó a ser nuestro. Cuando llegó Moca, vino con toda su energía, se metió en la casa como diciendo “acá estoy yo”. Fue hermoso, porque desde ahí compartimos esa responsabilidad y ese cariño. Ese momento fue muy especial.



Crédito fotos: Palladium Hotel Group y Grand Palladium Hotels & Resorts en Riviera Maya @palladiumhotelgroup
Agradecemos a Mariella Lecouna (director founder de BocaPR @somosbocapr)





