Aunque el Banco de la República mantiene tasas de interés en niveles restrictivos y la inflación no cede, el apetito por invertir en la bolsa de Colombia coge fuerza. El MSCI Colcap, el principal índice bursátil y agregador de las 25 acciones más negociadas del país, ha roto el máximo alcanzado hace quince años. Con un crecimiento del 44% en lo que va de 2025, se consolida como el mercado de renta variable más valorizado de América Latina: las Bolsas de México o Brasil, las dos más grandes de la región, avanzan un 25%. El crecimiento colombiano es gracias a una combinación de factores que, según diversos analistas, corresponden a precios históricamente bajos que invitan a la compra; buenos resultados empresariales; expectativas de un cambio político en 2026; mayores flujos internacionales; y un consumo interno muy activo.
La primera razón: el precio. Las acciones colombianas estaban en niveles castigados desde 2022. Carlos Franco, director de estrategias económicas de la firma de inversiones Progresión, apunta a que “el índice llegó a cotizar alrededor de cinco veces utilidades”, un dato muy bajo en comparación con estándares internacionales o históricos. En suma, las acciones estaban baratas en relación con las ganancias de las empresas. “Hoy, a pesar de la recuperación, el Colcap sigue con descuento”, explica.
El rendimiento por dividendos, además, promediaba entre el 7% y 8%, “el más alto de la región”. La combinación de precios de ganga con buenos retornos atrajo a inversores. Carlos Guayara, fundador de la plataforma de inversiones trii, lo resume: “Era una oportunidad de valor que el mercado no pudo ignorar. El inversionista colombiano, históricamente muy conservador, empezó a ver que la renta fija tenía un techo y que la renta variable ofrecía una oportunidad única”.
Las mayores utilidades de las empresas, el segundo motivo, no ha sido parejo, y ha sido liderado por el sector financiero. Grupo Cibest, antes Bancolombia, reportó ganancias por más de 3,5 billones de pesos en el primer semestre de este año, un 12,9% más respecto al mismo periodo de 2024. “Muchas compañías del sector financiero venían perdiendo valor y ahora muestran cifras mejores. Ya son menos los bancos que están en rojo”, apuntala David Cubides, economista jefe del Banco de Occidente. En paralelo, Mineros han registrado una valorización superior al 230% en lo corrido del año, impulsada por el auge del oro.
La tercera explicación del buen desempeño del Colcap es por el clima político. Aunque el presidente Gustavo Petro ha celebrado los máximos de la Bolsa, una parte del comportamiento se explica, según los analistas, por un posible cambio de signo en el Ejecutivo, a 9 meses de las elecciones presidenciales. Grandes reformas del Gobierno, como la sanitaria y la agraria, se han estancado en el Congreso, y la imagen favorable del presidente, no llega al 50% en ninguna medición. Este escenario ha generado que “el mercado empiece a descontar un giro en lo político, lo que remueve el sentimiento inversor”, apunta Cubides.
Aunque la consulta del oficialista Pacto Histórico ha mostrado que el empuje de la izquierda está intacto, para José Ignacio López, presidente del tanque de pensamiento ANIF, el escenario positivo del mercado de acciones se mantiene: “Se prevé que, incluso si el próximo gobierno es de izquierda, haya mayor pragmatismo y eso acelere los proyectos de inversión”, explica. Franco ahonda: “Sujeto a los resultados electorales, podría alcanzar [el índice] los 2.400 puntos”, un 18,5% más del dato de este lunes, que por primera en la historia superó los 2.000 puntos.
Esa situación de contexto no está exenta de riesgos. Las fuentes consultadas se alinean con los hallazgos de la Encuesta de Percepción sobre Riesgos del Sistema Financiero del Banco de la República, que refiere el deterioro de las cuentas del Gobierno como un riesgo notorio. A él se suman la incertidumbre política, la persistencia de la inflación, las restricciones en las fuentes de fondos y la baja profundidad del mercado, que limita el acceso de inversores minoristas y frenan el desarrollo del mercado de capitales.
Peso fuerte y consumo alto
En todo caso, los buenos resultados tienen una cuarta razón, que es internacional. La debilidad del dólar ha llevado a que el dinero se mueva a distintos mercados emergentes. Colombia, con un peso apreciado y tasas altas, ha sido atractiva para estrategias de carry trade, que consisten en tomar deuda en países con tasas bajas y monedas débiles, para invertir en activos denominados en monedas más fuertes (como el euro) y con mayor rentabilidad. El diferencial entre las tasas de interés y la estabilidad cambiaria permite a los inversionistas obtener ganancias por la diferencia. El peso colombiano lidera las valorizaciones entre monedas emergentes este año, según el Banco de la República, y la liquidez del mercado cambiario mejoró.
La quinta razón del comportamiento bursátil es el consumo local, pues las compras y la economía repuntan. “La demanda interna es hoy el principal motor de la economía”, señala Franco. Es una visión compartida por el mercado, incluido el BBVA. El gasto del Gobierno, el desempleo en cifras históricamente bajas y el aumento de las remesas han sostenido un gasto que impulsa los resultados financieros de las empresas.
Podría haber más euforia, pero el mercado colombiano es pequeño. ANIF denunció el 29 de octubre que las trabas regulatorias al asesoramiento financiero frenan el desarrollo de un mercado de capitales más robusto. “La puerta de entrada es estrecha y la arquitectura abierta es casi inexistente”, advierte el organismo. En otra arista, el Gobierno evalúa limitar la participación de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en los mercados internacionales, lo que ha encendido alarmas.
La propuesta, en etapa de borrador, argumenta la necesidad de dirigir esos recursos a proyectos locales. El anuncio ha provocado movimientos defensivos en los portafolios, con algunas AFP reorganizando sus carteras para mitigar el riesgo. ANIF ha calculado que, de haberse aplicado esta restricción en 2024, el ahorro pensional habría perdido hasta 145 billones de pesos, el equivalente a 9 reformas tributarias.
Pese al hito del mercado local, la cultura inversora en el país andino es marginal. Menos del 2% de los colombianos tiene activos en la bolsa de valores, según un estudio del exchange de criptomonedas Bitfinex Securities. El fundador de trii, Carlos Guayara, explica que los nuevos inversionistas —“que han crecido un 45% en los últimos cuatro años”— suelen ser jóvenes y digitales: el 80% tiene entre 20 y 45 años, el 25% son mujeres (cinco veces más que en el mercado tradicional) y están presentes en más de 1.000 municipios del país. “Estamos viendo en tiempo real la transición de una cultura de ahorro, que perdía contra la inflación, a una cultura de inversión que construye patrimonio”, concluye.





