Ciudad de México | Desinformémonos. Cientos de personas exigieron este 2 de noviembre la renuncia del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, y de la presidenta Claudia Sheinbaum, ante la violencia y la impunidad en la entidad que este sábado provocó el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, quien había denunciado amenazas del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y solicitado refuerzos federales.
Con consignas como “Carlos no murió, el gobierno lo mató”, “Claudia no escuchó y el gobierno lo mató” y “Fuera Morena”, familiares de Manzo, ciudadanos y activistas protestaron en Morelia y Uruapan tras el asesinato de Manzo, quien es el tercer alcalde asesinado en Michoacán en 2025 y el sexto en todo el país.
En Morelia, los ciudadanos marcharon desde la Plaza María Morelos y Pavón para exigir justicia para Manzo y manifestar su hartazgo frente a la violencia en la entidad, la impunidad, la corrupción y el control de los de los grupos del crimen organizado.
Durante la protesta, un grupo de personas tomó el Palacio de Gobierno de Morelia, donde exigieron revocación del mandato de Ramírez Bedolla. Al lugar acudió la policía para reprimir con golpes y gases lacrimógenos a quienes se encontraban dentro del recinto y sus alrededores.
Por su parte, cientos de pobladores en Uruapan se reunieron con veladoras para exigir justicia por Manzo y denunciar la omisión del gobierno en su protección. Durante el sepelio del alcalde, abuchearon al gobernador estatal y lo acusaron de «asesino».
Manzo Rodríguez en varias ocasiones denunció las infiltraciones del narcotráfico en Uruapan y acusó que “el Estado había perdido el control del país”. También había asegurado recibir intimidaciones y amenazas de fuerzas estatales y grupos criminales. Durante las movilizaciones tras su asesinato, los pobladores acusaron al gobernador estatal Ramírez Bedolla y a la presidenta Claudia Sheinbaum de no haber protegido al edil.
El asesinato de Carlos Manzo fue perpetrado tan sólo 15 días después del homicidio del líder limonero Bernardo Bravo, a manos del crimen organizado en Michoacán.





