Dirigentes de la oposición argentina celebraron el triunfo del socialista Zohran Mamdani en las elecciones por la alcaldía de Nueva York. Mientras el mundo libertario rechazaba su victoria con mensajes xenófobos y acusaciones de comunista, en el arco opositor interpretaron el resultado de los comicios neoyorkinos como una derrota de Donald Trump, aliado estratégico del presidente Javier Milei, y una muestra de que es posible construir una alternativa para combatir la “agenda de la ultraderecha”.
“Algunas extorsiones no le resultan bien a Trump”, escribió en X la diputada electa del Frente de Izquierda Myriam Bregman. Se refirió a la amenaza de Trump de recortar los fondos federales a Nueva York ante una derrota de los republicanos que mantiene cierta semejanza con su anterior decisión de condicionar la ayuda financiera a la Argentina a un triunfo electoral de Milei, que ya aconteció.
El alineamiento del primer mandatario argentino con su par norteamericano es -según señala el analista Ernesto Calvo– uno de los motivos por los que la oposición nacional se hizo eco del triunfo. Ven, en la derrota de Trump, también un revés para el modelo del líder de La Libertad Avanza.
No es la única razón. Según la politóloga Antonella Marty, el triunfo de Mamdani representa también un “golpe directo al relato de Milei y de sus seguidores”.
“Mientras él (Milei) se nutre de la ira y la deshumanización, Mamdani encarna lo opuesto: una política que construye sin destruir. Por eso la oposición argentina celebró su triunfo: porque demuestra que se puede ganar sin gritar, sin odio y sin disfrazar la crueldad de ‘libertad’. En un mundo donde la nueva derecha avanza con discursos violentos y mesiánicos, Mamdani representa una alternativa inspiradora, que es una política de humanidad, encuentro y diversidad”, planteó ante la consulta de LA NACION.
Es justamente la materialización de esa alternativa en un país gobernado por un presidente libertario lo que celebran en varios partidos de la oposición. En este sentido, el diputado electo del FIT Nicolás Del Caño analizó: “Es una elección muy positiva para la clase trabajadora y la juventud de Estados Unidos y también para América Latina y los trabajadores del mundo: que en el corazón del capitalismo un candidato que se reivindica socialista gane esta elección es realmente muy alentador”.
Celebró que el descontento hacia el presidente norteamericano se haya canalizado a través de una figura que “ha rechazado el genocidio en Gaza contra el pueblo palestino” y los ataques contra la inmigración y enarbola “temas muy sensibles para la juventud y los trabajadores” como el acceso a la vivienda y la suba del salario mínimo. Son demandas que forman parte de la agenda de su alianza que, en las últimas elecciones, tuvo un histórico crecimiento en la ciudad de Buenos Aires.
En Pro, en tanto, dudan de la posibilidad que tendrá el alcalde electo de llevar adelante sus propuestas. “Se vendrá una discusión interesante sobre si la oficina del alcalde de Nueva York cuenta con las herramientas institucionales y los recursos para cumplir con el mandato que parecen haberle dado los neoyorquinos, tras una campaña que tuvo promesas como buses gratis, alquileres controlados, alimentos baratos”, advirtieron a LA NACION.
Más allá de las eventuales dificultades prácticas, el dirigente del FIT estimó que el triunfo de Mamdani expresa la posibilidad de poner un freno a las políticas de ultraderecha de gobiernos como el de Milei y Trump. “Creemos que es muy importante este triunfo para la Argentina, donde Milei tiene como uno de sus principales sostenes y aliados a Trump. Tenemos que tomarlo como un impulso para enfrentar las políticas de este gobierno y luchar por las demandas de las mayorías trabajadoras en la Argentina”, continuó.
Esteban Paulón, diputado nacional por el socialismo santafesino, coincidió. Se mostró optimista respecto de la posibilidad de construir una “alternativa bien progresista” para poder abordar la desigualdad, un problema que -estima- “pone en jaque a las democracias liberales”. “Hay un problema de desigualdad que la derecha ha encarado desde el lado de la xenofobia, el racismo, los inmigrantes que ‘nos van a robar el trabajo’. Mamdani dice ‘no, acá el problema de la desigualdad se resuelve poniendo impuestos a los superricos, impuestos razonables y eso destinarlo a distribuir mejor las cargas de lo que es vivir en una gran ciudad como es Nueva York’”, explicó a LA NACION.
En este contexto, señaló que el triunfo del demócrata “invita a pensar en un proyecto radicalmente reformista”. “Es posible construir ese proyecto en contraposición a los que piensan que la salida es congraciarse con los mercados para que el lunes no explote todo. Evidentemente hay que confrontar y hay que hacer propuestas concretas que sintonicen con las necesidades de la gente”.
De igual modo, su compañera de bancada en la Cámara de Diputados Margarita Stolbizer explicó que el triunfo de Mamdani constituye una señal de que la socialdemocracia puede ser un límite para liderazgos de derecha como el de Trump. “Mamdani es un socialdemocrático, como el partido GEN. Pero, además, se ha comprometido a defender derechos humanos y representar a las minorías y su figura aparece como un contrapeso de Trump, lo que también vemos interesante”, dijo a LA NACION.
La posibilidad de construir un liderazgo similar en la Argentina es para algunos analistas una posibilidad más de largo plazo. “Yo no creo que Mamdani sea el Trump de la izquierda, más bien parece ser una alternativa que está construida alrededor de una diversidad, de una pluralidad de propuestas, más que se de una visión alternativa monolítica y esa otra visión es posible, pero es una construcción de más largo plazo”, reflexionó el investigador Sergio Morresi.
Marty, en tanto, subrayó que, a diferencia de lo que plantean en La Libertad Avanza, Mamdasi está lejos de ser un comunista. “Mamdani, si bien es el ala más fuerte, ideológicamente hablando, del Partido Demócrata, sigue siendo una propuesta de la socialdemocracia”, indicó. En este sentido, consideró que es posible que surjan alternativas similares en la Argentina, dentro o fuera de los espacios tradicionales.
“Mamdani no ganó desde el marketing ni desde el enojo, sino desde la coherencia y la cercanía. Supo usar las redes sociales para conectar, no para manipular; para construir comunidad, no indignación. Si alguien logra hablar de justicia, igualdad y democracia sin cinismo ni superioridad moral, desde lo simple y lo honesto, pero dejando en claro lo que hay del otro lado y tomar posturas serias, hay espacio para eso”, aseguró, pero aclaró que para conseguirlo quienes quieran presentarse como una alternativa al modelo de Milei deben “abandonar el juego de egos”.





