La tensión crece en Escobar tras un nuevo episodio de violencia ocurrido en la zona donde el pasado domingo Ana Marquis, una mujer de 45 años, fue baleada en el pecho mientras navegaba con amigos y su marido por el arroyo Correntino. Este jueves al mediodía, un móvil de C5N fue atacado a tiros mientras realizaba la cobertura del caso.
El hecho se produjo minutos antes de las 13, cuando el cronista Bernardo Magnago y un camarógrafo se encontraban preparando una salida al aire para el programa De Una. De repente, se escucharon varios disparos que impactaron cerca del agua. “Chicos, nos acaban de tirar. Acaban de rebotar dos o tres disparos sobre el agua”, alertó el periodista en vivo, mientras se resguardaban detrás de la embarcación.
El ataque ocurrió a unos 2.000 metros del club de Kayak Escobar, en el mismo tramo del arroyo que conecta el río Paraná de las Palmas con el río Luján. Es la misma zona donde el pasado fin de semana Ana Marquis resultó gravemente herida de un disparo calibre .22 mientras navegaba junto a un grupo de amigos. En esa oportunidad, la mujer fue trasladada de urgencia al Hospital de Escobar y luego derivada al Sanatorio Otamendi, donde fue operada y permanece internada en terapia intensiva.
“Desde el otro lado de la isla, donde hay muchos matorrales, acaban de efectuar disparos. Escuchamos un sonido seco que se repitió dos o tres veces y vimos los círculos sobre el agua”, describió Magnago tras el violento episodio. A pocos metros del lugar se encuentra una vivienda que ya había sido allanada por la Policía en el marco de la investigación por el ataque a Marquis.
“Las sospechas apuntaban al señor que vive en esa casa. Él lo niega y dice que no tiene armas, pero este tramo del arroyo Correntino es donde se produjeron los disparos. No nos tiraron a pegar, pero los tiros pasaron a unos diez metros de nosotros”, agregó el cronista.
En diálogo con el mismo programa, un testigo identificado como Julio, habitué de la zona, expresó su preocupación por la situación: “Nosotros navegamos por ahí siempre, es un lugar muy recreativo. Tener un loco que está tirando a tiros y que no mató a nadie de casualidad nos pareció que era importante alertarlo”.
El hombre también pidió medidas urgentes de seguridad. “Este tipo tiene que estar preso. Acá la navegación es tranquila, pero a veces se generan tensiones por las olas o el paso de las lanchas. De todos modos, nada justifica que alguien empiece a disparar”, sostuvo.
La Prefectura Naval realizó patrullajes en la zona y desplegó un operativo para intentar identificar de dónde provinieron los disparos. Por el momento, no se registraron heridos, pero el episodio reavivó la preocupación entre los vecinos y navegantes del lugar, que exigen respuestas concretas ante dos ataques a balazos en menos de una semana.
