Una mujer que navegaba con su esposo y amigos por un arroyo en Escobar recibió un disparo en el pulmón y se encuentra internada en terapia intensiva, mientras la Justicia intenta dar con el tirador. Los vecinos apuntan a un hombre que, según advierten, suele amenazan con un arma a quienes pasan por el lugar.
Ana es la mujer que recibió el disparo. Estaba sentada muy cerca de su pareja, Martín, quien controlaba el timón de la lancha en la que viajaban otros seis amigos de la pareja. El brutal ataque fue sobre el Arroyo Correntino, cuando se dirigían desde el Río Paraná hacia el Río Luján.
Según relataron quienes iban en la pequeña embarcación, Ana atinó a señalar que no podía respirar y su pareja notó de inmediato que tenía sangre a la altura de los pulmones.
«Los chicos escucharon el impacto y la chica dijo que estaba sangrando. Ahí le cedí el timón a mi amigo y me di cuenta de que tenía el orificio de una bala«, relató Martín a TN.
Fueron casi diez minutos los que demoró la lancha en llegar al puerto, donde los esperaba una ambulancia a la que habían llamado enseguida. «Ana estaba pálida, tenía los labios blancos. La escena era un horror, nosotros estábamos muy nerviosos, angustiados, conmovidos”, agregó Martín.
Uno de los videos de las cámaras de seguridad del muelle en el que se detuvo la lancha muestra cómo Ana fue inmovilizada sobre una tabla para ser trasladada al Hospital de Escobar.
«El primer médico que la atendió, el de emergencias, hizo todo bien. Al final ella ya no podía respirar porque la bala le atravesó el pulmón y el médico le pedía que respire corto», sostuvo el esposo de Ana. Ella sigue internada en terapia intensiva pero «la evolución es muy buena», aseguró.
Mientras tanto, la Justicia intenta dar con el tirador. Aún no hay precisiones de quién podría ser, pero los vecinos del lugar en el que se produjo el ataque apuntan a un hombre que, según relataron en un comunicado, suele amenazar a quienes pasan por el lugar.
El texto da cuenta de que hay vecinos que «relatan situaciones previas de amenazas de muerte por parte de un isleño que reside en esa misma zona del Arroyo Correntino».
Martín también habló del posible agresor y contó: «Dos segundos antes vi que había una embarcación amarrada al costado, en la costa. Un amigo vio que estaban ahí y había un hombre que estaba gesticulando”.
Y agregó: «En una embarcación pequeña donde hay ocho personas adultas, si vos disparás es muy baja la probabilidad de que no le pegues a alguien. La cabeza de una amiga de mi esposa estaba a la altura del impacto”.
D.D.
