Antes de caer la tarde, un cocinero esparce la masa gomosa en una placa redonda y caliente. Quita el excedente y enseguida emerge el aroma del pan recién horneado. Con una espátula recoge y pone en un cono esta suerte de crepe crujiente y súper fina que se conoce como ragag, un pan chato típico de Qatar. Ya casi de noche, el artista tailandés Rirkrit Tiravanija lo repartirá junto a un plato de curry entre los asistentes al lanzamiento de la cuatrienal Rubaiya Qatar 2026, primer gran evento en el calendario artístico internacional que reafirma la intención gravitacional del país como capital cultural.
La instalación untitled 2025 (no bread no ashes) de Rirkrit Tiravanija se instaló en un reparo del inmenso parque público alrededor del Museo de Arte Islámico (MIA) y en principio estará hasta el 30 de enero de 2026, aunque por su concepción podría ser permanente. El manto verde a fuerza de riego artificial alberga una estructura circular, típica de las culturas de medio oriente, al igual que los patrones que lo decoran. Allí alrededor se distribuyen cuatro hornos que preparan, además del ragag, el taboon, el chapati y el naan: panes representativos de la diversidad de la población extranjera que habita en Qatar, que asciende al 90% .
Vista en altura de la instalación. “Estamos en un pabellón dedicado al pan, porque hay muchas comunidades diferentes que vienen al parque y para ellos quería crear un lugar donde pudieran reunirse, interactuar, con diferentes hornos para hacer también otros platos”, explica Rirkrit Tiravanija en entrevista con Clarín, en la previa al horneado.
Y señala el molino de harina al otro lado de la ciudad de donde proviene toda la harina utilizada, pero que será trasladado cuando en su locación se comience a construir el Museo de Arte Internacional de Qatar, el mega proyecto diseñado por el arquitecto chileno Alejandro Aravena, premio Pritzker 2016.
Tiravanija servía en raag, un pan típico de Qatar.
El arte como forma de vida
La Sheika Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al Thani, hermana del actual emir, posicionó a Qatar en el mapa del arte mundial. Dirige la red de museos del país, Qatar Museums, que en estos días celebra 50 años de su fundación y en su momento llegó a invertir mil millones de dólares anuales para reunir una colección de obras que incluye un cuadro de Cézanne valuado en 250 millones de dólares, y un Gauguin de 300 millones de dólares. Ambas serán parte del museo en los planes.
«Cuando conocí a la Sheika, ella me dijo que le gustaría que yo viniera y hiciera algo por las comunidades», recuerda Tiravanija, artista conceptual, hijo de diplomáticos y nacido en Buenos Aires en 1961, aunque vivió en la ciudad hasta sus 3 años. Desde el principio de su carrera en Nueva York, participó de la comunidad alrededor del espacio Exit Art Gallery que en el Soho de los primeros años 90 reunía a artistas de todo el mundo. Allí conoció al argentino Víctor Grippo, cuyas ideas lo inspiraron para este trabajo con el pan. En Bienalsur 2021, una primera versión se puso en marcha en la provincia de San Juan.
El artista tailandés Rirkrit Tiravanija nació en Buenos Aires. “Soy hijo del arte Fluxus, que siempre ha tratado de integrar el arte a la vida y la vida al arte, de acortar distancias. Sobre todo por esas ideas occidentales de que el arte siempre es un objeto, y de donde venimos, el arte forma parte de la vida cotidiana”, explica sobre la cocina como una forma de arte performativo en su obra.
“Empecé a cocinar cuando entré a la escuela de arte, y como vivía solo tenía que cocinar. Preparaba una olla de curry y pensaba: ‘No puedo comer esto solo’, así que llamé a algunos amigos. Todos los domingos hacíamos un curry público”, recuerda.
“Era un artista joven, tenía que hacer mi primera exposición colectiva en Nueva York, y cada vez que caminaba por la famosa West Broadway para llegar a la galería, me preguntaba: ‘¿Qué voy a hacer?’. Eso fue como en 1989, y fue caminando por West Broadway que de repente pensé: ‘Debería dedicarme a cocinar’».
Lanzamiento de Rubaiya Qatar 2026.“Conocí a Víctor Grippo en Nueva York, a finales de los 80, cuando Ruth Benzacar llegó con un grupo de artistas para una exposición especial argentina, que yo monté”, recupera de su memoria algunos detalles de ese primer encuentro, una feliz coincidencia que derivó en influencia.
«Me encantaría recrear la idea de Víctor, pero en diferentes comunidades, para que más gente pudiera usarlo. Esta es una extensión, para mí era una referencia. Está inspirado en la idea de hacer un horno público donde la gente pueda venir a hacer su propio pan o lo que sea. Es un trabajo que gira en torno a la rutina diaria”.
“Creo que el arte público debería ser utilizable, que pudiera interactuar con el público. Es difícil decir si eso es realmente arte, porque en realidad es un horno en funcionamiento, más bien una plataforma”, analiza el artista, emblema del “arte relacional”, sistematizado a fines de los 90 por el crítico francés Nicolas Bourriaud, que llegó a los principales museos del mundo y a la Bienal de Venecia.
Rirkrit Tiravanija“Estoy creando un espacio para la gente. Porque en realidad se trata más de la gente que del arte. O la gente creando o estando junta es donde surge el arte”, define.
La instalación fue presentada durante la semana de inauguraciones de Catar Creates, permanecerá abierto con eventos todos los viernes hasta enero de 2026; para luego seguramente conectarse con el debut de Art Basel Qatar, los primeros días de febrero. Y quizás reactivarse para la cuatrienal Rubaiya Qatar 2026, en noviembre próximo. “Y entonces es posible que se vuelva permanente”.
Museo de Arte Islámico, en Doha.
Navegar en aguas indómitas
El pabellón participativo de Tiravanija encarna el espíritu inclusivo y colaborativo de Rubaiya Qatar, el gran evento que insertará a Qatar en la agenda global de eventos de artes visuales.
“Al invitar a la gente a hornear y compartir pan, el proyecto transforma un simple acto en un símbolo de comunidad y diálogo”, define la Sheika Reem Al Thani, Directora General Adjunta de Exposiciones, Arte Público y Rubaiya Qatar. El evento se extenderá desde noviembre de 2026 hasta el otoño de 2027, con un programa de exposiciones, proyectos de arte público, programas de artistas, residencias e iniciativas de desarrollo comunitario.
“Llegamos con Rirkrit hace dos años y empezamos a explorar el lugar”, explica Tom Eccles, director ejecutivo del Center for Curatorial Studies and the Hessel Museum of Art, del Bard College, en Nueva York, que es jefe del equipo curatorial de Rubaiya Qatar 2026, que se llevará a cabo en diferentes locaciones, entre ellas el recientemente renovado espacio Al Riwaq, en Bahrain.
El curador Tom Eccles junto a Rirkrit Tiravanija. Continúa sobre Tiravanija: “Su trabajo ha alcanzado una enorme relevancia desde mediados de los 80, cuando subvirtió las prácticas expositivas, por ejemplo, cocinando u organizando eventos y dejando los vestigios de esos eventos en galerías, galerías privadas y museos de todo el mundo. Esto se fusionó con todo un movimiento de artistas que comenzaron a replantearse qué era y qué podía ser la creación de exposiciones, y qué posibilidades existían para pensar el arte de una manera muy diferente”.
“Queremos que este espacio no solo sea bonito, sino que huela de maravilla y que el aroma se extienda por todo el parque, en las noches cuando empiezan a llegar familias al atardecer y a preparar la cena. Esperamos que vengan, lo usen y disfruten”, completa.
Además de su espíritu colaborativo, la primera edición de Rubaiya Qatar titulada Aguas Indómitas se inspira en la obra del historiador Sunil Amrith, cuya investigación explora cómo el agua influye en las personas y, a su vez, cómo las personas influyen en el agua.
Muestra de M. Pei, autor del diseño del Museo de Arte Islámico. El equipo curatorial se completa con Ruba Katrib (Curadora Jefe y Directora de Asuntos Curatoriales del MoMA PS1), Mark Rappolt (Editor Jefe de ArtReview y ArtReview Asia) y Shabbir Hussain Mustafa (Curador Jefe del Museo de Arte de Singapur).
Ahondará en cómo la ecología global y los movimientos de personas y ecosistemas, representados en las obras de más de 50 artistas de la región, influyen en el mundo de hoy.
“Vamos a pensar la región de una manera diferente”, explica Tom Eccles. Y cuenta el hallazgo en el Museo de la Tradición Islámica de un barco del siglo X hundido llamado Chirabon, “que fue clave para la Ruta Marítima de la Seda, desde Irak, pasando por Bagdad, hasta Indonesia y muy posiblemente hasta China”.
“Y lo analizamos. Observamos los patrones del agua, los monzones, el tráfico, la migración, y resulta que los patrones del siglo X se parecen mucho a la forma de Qatar hoy, y eso nos dio nuestra especie de mapa regional para encontrar los artistas de esta cuatrienal”.
Una selfie en el desierto
La presentación de Rubaiya Qatar se realiza en Doha en el entorno de Evolution Nation, un programa cultural que rinde homenaje a la trayectoria cultural de Qatar durante los últimos 50 años, desde la fundación del Museo Nacional de Qatar y los 20 años desde la fundación de Qatar Museums. Y la conexión argentina de Rirkrit Tiravanija es parte del año de Argentina y Chile del programa Years of Culture, de intercambio entre ambos países.
En Malba Puertos, Eduardo Costantini, Gabriel Chaile y el arquitecto Juan Herreros. Foto: gentileza prensa Malba.Como cierre de este año de intercambio, el argentino Gabriel Chaile presentará Autorretrato, una monumental escultura de arcilla que desde el 16 de diciembre se podrá ver en el Mathaf: Museo Árabe de Arte Moderno, que además celebra su 15º aniversario. En el desierto, el artista de ascendencia afro-árabe, instalará otra de sus celebradas piezas que combinan rasgos humanos abstractos con materiales y técnicas de las comunidades indígenas del noreste argentino, en un ejercicio complejo de pertenencia y diáspora, con conexiones transnacionales.
Este nuevo evento en la agenda global de las artes visuales revela, además de las ambiciones del país del golfo pérsico, la vitalidad de la escena del arte contemporáneo, que ya parece no ser un asunto predominantemente euroamericano. Asia, Japón, Corea, Medio Oriente y Latinoamérica emergen como centros tanto más importantes para la agenda global del arte.





