Lo intentó Titon Lailla por la izquierda, por la derecha, por el centro. Pero el hermético catenaccio de Xavier Trias es muy difícil de penetrar. La concejala de Junts y presidenta del distrito de Sarrià-Sant Gervasi convocó el jueves al exalcalde de Barcelona para hablar sobre los barrios de la zona alta, pero el político de Convergència –no es que no escuche, pero estamos ya para decir lo que nos venga en gana y siempre lo estuvimos un poco– optó por versar sobre el país, el partido, Collboni, el PSC o su comunidad de vecinos, donde la mitad ya son extranjeros que no avisan cuando hacen obras. Incluso mentó su rodilla, operada hace mes y medio y un incordio de mil demonios.
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El diálogo entre ambos se celebró en el salón de actos del centro cívico Vil·la Florida, en lo alto de Muntaner. O sea, jugaban en casa. “No se oye”, repetía una mujer desde el fondo. Detrás suyo yacía un piscolabis enciclopédico reservado para más tarde (literalmente, pues se habían colocado unas mesas-valla para ahuyentar a los ansiosos). Patatas, aceitunas y pastas saladas; de beber, agua y zumos. “El partido debe tener claro que tiene delante decisiones que no son sencillas, pero se tienen que tomar ya; no tenemos demasiado tiempo”, aseveró Trias. Habló de nobleza, la que, a su modo de ver, le faltó a los socialistas sisándole la alcaldía en el último suspiro. “Me decía, ‘no entiendo porque no me miras a la cara, te tengo mucha simpatía’. ¡No digas tonterías, hombre! Hay que tener una cara muy grande”. Se refería a Jaume Collboni, claro. Quizás le haya perdonado, pero no olvida.
Martí (izquierda) y Rius siguen con atención el diálogo entre Trias y Lailla, el jueves
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Insistió Trias en la urgencia de que Junts elija ya a su candidato para las elecciones municipales del 2027. Acusó al PSC de estar en permanente campaña electoral, pero luego instó a los suyos a seguir el mismo camino. Con un matiz: “También tenemos que hacerlo, pero poniendo por delante las necesidades de la gente. El problema es que no sabemos a quién hacerle la campaña. Esto no puede seguir así”. En primera fila escuchaba con atención el líder del grupo municipal de Junts, Jordi Martí, por ahora el único que se ha postulado para liderar la lista. Con algo de retraso –tenía lío parlamentario– llegó el también concejal de Junts Josep Rius, que no ha dado el paso de manera oficial pero se da por seguro que tendrá dorsal en la carrera por el cartel electoral.
El relevo
“A mi se me ha pasado el arroz, para eso estáis los que venís detrás”, dijo el también exconseller, un orgulloso “jubilado”
Se generó, así las cosas, una imagen peculiar: Trias en el menudo escenario, junto a una Titon –elogiada con mayúsculas por el exalcalde– que seguía, sin suerte, intentando derivar el diálogo hacia el comercio, el urbanismo y las obras del distrito (dichoso polvo en Muntaner, Balmes y el barrio del Farró), y Martí y Rius sentados en los dos asientos principales del cónclave, como esperando que el alcalde sacara una larga espada y los nombrara sir sucesor. Un Camelot muy nostrat, y con un rey Arturo que el año que viene cumple 80 años y que, por si había dudas, se descartó para todo: “Yo ya estoy jubilado”.
Rius, Martí, Trias y Lailla, tras la conferencia, el jueves en Vil·la Florida
Nacho Vera
El exalcalde les recetó ser “cercanos, generosos, demostrar que estás para ayudar”. Les instó a destilar “ilusión”, a tirar de sentido común y a ser humildes, cosa que implica, sostuvo, ser capaz de pactar, como hizo CiU con el PP repetidamente durante su mandato del 2011 al 2015, con el procés en plena ebullición. “Es lo que decía Pujol: serás alcalde si la gente te quiere”. Martí y Rius no tomaban notas pero sí iban asintiendo. Sin mesa redonda, sin armadura y sin caballo esperando en la zona azul de Muntaner, pero conscientes de que en su espalda recae la recuperación del denostado sello convergente. “A mi se me ha pasado el arroz, para eso estáis los venís detrás”.
Trias zanjó su charla sobre el distrito (risas enlatadas) exigiendo estímulo: “El partido no puede estar flojito. Tenemos que mover a la gente, no podemos esperar más”.





