Una investigación reciente, realizada por Adrián Gutiérrez Cabello del Centro de Economía Regional de la UNSAM, ha revelado el fuerte efecto derrame que tendría en la economía argentina un aumento significativo en la producción de soja, un debate que se reaviva en el contexto de la discusión sobre las retenciones.
La Cifra Mágica: 61,7 Millones de Toneladas
El estudio plantea una condición clave para que la eliminación o baja gradual de las retenciones a la soja (actualmente del 26%) tenga un costo fiscal cero: la producción de soja debe crecer un 28%, alcanzando las 61,7 millones de toneladas cosechadas. Esta cifra supera el récord histórico de la campaña 2014-2015.
Impacto Económico Directo e Indirecto
Lograr este volumen, que representa unas 13,5 millones de toneladas extra, generaría un impulso económico significativo:
- Aumento del PBI: Un impacto cercano al 0,82% del PBI del país, sumando un valor agregado en la industria que podría llegar al 1%.
- Exportaciones: Las exportaciones de subproductos rondarían los US$6300 millones.
- Capacidad Industrial: La industria oleaginosa alcanzaría una utilización de la capacidad técnica del 77,4%, eliminando además la importación de soja (principalmente de Paraguay).
El Derrame en Cifras de Logística y Energía
El verdadero «efecto derrame» se sentiría en sectores clave como la logística y la energía, según el especialista:
| Sector Impactado | Cifra Adicional | Descripción |
| Transporte | 482.000 camiones | Flujo adicional de unidades hacia las zonas portuarias. |
| Combustible | 511 millones de litros | Demanda total extra de gasoil (para siembra, cosecha y transporte). |
Gutiérrez Cabello enfatiza que esta dinámica «no solo se dinamiza la actividad agrícola, sino que también se traslada en forma directa e indirecta al resto de los sectores productores de bienes y servicios».
Retenciones: ¿Necesidad Fiscal o Impacto en Alimentos?
La investigación también aborda el tema de las retenciones, señalando que la alta alícuota a la soja (26%) se debe más a una «necesidad fiscal» que al objetivo de atenuar el impacto del precio de esta materia prima en el precio final de los alimentos, ya que la incidencia de las materias primas agrícolas en el costo final es «muy baja».





