El verde de Barcelona está cambiando, y no volverá ser igual. Fíjense en los parterres de la avenida Mistral. Aquel césped está siendo sustituido estos días por arbustos y otras especies más resistentes propias de climas cálidos, como el Pyrus calleriana o peral de flor y la Chitalpa tashkentensis o summer bells , especies que también destacan por su vistosa floración y por su sencillo mantenimiento. El cambio climático obliga a renovar la vegetación urbana. Otros espacios también en transformación están en la avenida Josep Tarradellas, en los jardines de Joan Vinyoli y en las plazas de Joanic y Prat de la Riba. Algunos rincones de la plaza Catalunya también ofrecen ya un boceto de esta nueva filosofía jardinera.
Este es el nuevo aspecto de los parterres de la avenida Mistral
ANA JIMENEZ
La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, contó que este otoño el Consistorio está reponiendo hasta 1.839 árboles, que de los 7.500 que murieron en la sequía a finales de año el Ayuntamiento ya habrá replantado 6.214, que por esas mismas fechas Barcelona también habrá recuperado más de 4,3 hectáreas de espacios dedicados a arbustos y céspedes, más de la mitad de la superficie verde devastada hace en verdad tan poco tiempo…
Jardineros plantando un árbol en el parque de la Ciutadella
ANA JIMENEZ
La nueva filosofía jardinera apuesta por especies de vistosa floración más resistentes y climas cálidos
Otro de los renovados parterres de la avenida Mistral
ANA JIMENEZ
Entramos así en la era de la salvia, del romero, de las pequeñas palmeras y de los cactus. Los chopos y las datileras desaparecerán. Y los plátanos solo se levantarán en los viales más especiales. Acostúmbrense al árbol de fuego illawarra, al lapacho negro, al pistacho chino, al árbol de los 40 escudos… Las grandes extensiones de césped solo perdurarán en rincones singulares, como la Clariana de Glòries, el Turó Park, la Ciutadella… La falta de lluvias obliga a relegar las escuelas nórdicas. Estos días el Ayuntamiento también está incorporando nuevos drenajes que permiten al subsuelo acumular la lluvia y aprovecharla.
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Bonet detalló que este noviembre los jardineros del Institut Municipal de Parcs i Jardins plantarán más de 31.000 flores de temporada en 1.697 m2. ¿Les gustaban mucho las petunias? El futuro es de los tulipanes, los narcisos, las margaritas… No son actuaciones improvisadas. Los técnicos llevan pergeñando esta transición desde el 2018. Algunos lugares donde esta nueva era ya es una realidad están en los últimos tramos del tranvía por la Diagonal, varios rincones de la plaza Lesseps, los jardines de Can Batlló… El remate de este plan tendrá lugar la próxima primavera, como mandan los ciclos naturales, para garantizar la supervivencia de la mayor parte de las especies. El ejecutivo municipal tiene previsto que a la postre se planten 1.500 árboles extras. “Las restricciones nos permitieron arrancar estos trabajos la pasada primavera –añadió Bonet–. Entonces pudimos arrancar la fase más importante de restitución del verde perdido. En el 2026 daremos el último empujón de este plan. Necesitamos un verde más adecuado a nuestro clima y sus cambios. Se trata de una transformación estructural”.





