¿No estás entretenido? El Barça no es el mejor de Europa, pero es el mejor a seguir

Barcelona El entrenador Hansi Flick no asistió a su conferencia de prensa posterior al partido en Celta Vigo el domingo, espada en mano, vestido con la túnica de cuero del gladiador Maximus Decimus Meridius, rugiendo: «¡¿No estás entretenido?!» Pero debería haberlo hecho.

La barbilla sobresalida, la mirada hostil, los brazos en jarras, desafiando a todos los presentes con la siguiente línea de «Gladiator» de Russell Crowe: «¿No es por eso que estás aquí?»

película LaLiga Los campeones acababan de completar su cuarto partido de la temporada en el que se anotaron seis o más goles. La victoria por 4-2 en Vigo marcó 66 goles marcados y concedidos en 14 partidos, es decir, más de cuatro por partido.

El Barcelona no es el mejor equipo de Europa, pero sí el mejor billete. La mayor garantía de fútbol patas arriba, acción sin parar, redes llenas, historias de héroes, fracasos épicos y grandes dosis de genialidad.

La gran mayoría de los amantes del fútbol están enamorados del deporte, de la adicción al gran dramatismo y a las habilidades de élite, y no están encadenados a un club o a su insignia. Grandes sectores de quienes ven el fútbol español simplemente anhelan entretenimiento. Y vaya, el Barcelona de Flick sirve eso con un cucharón grande.

Son las Ziegfeld Follies y los Harlem Globetrotters, con una gota de Keystone Kops más Barnum & Bailey también. Hay entretenimiento sin parar, audacia asombrosa, invención, falta de atención, lapsos de concentración, sorpresas, diversión, belicosidad y al estilo de Jake LaMotta: «Yo lanzaré una ráfaga de golpes y luego tú lanzas el tuyo».

¿Cuándo se convirtió el resto del mundo en esos Grinches del fútbol? ¿Cuándo se volvió tan de moda y tan atractivo para las ovejas del rebaño de los medios trotar por el mismo viejo camino de «Baah, baah; bale, bale, bale», en lugar de mezclar la admisión de que una implementación defectuosa de tácticas de alto riesgo, cuando se mezcla con brillantez de ataque, es solo una cita para ver?

¡Es una televisión que hay que ver!

Flick y su equipo con fugas (pero encantador) mezclan locura con magia, enfrentando casi tantos ataques y críticas gruñendo fuera de la cancha como tiros dentro de ella, ¡y eso es mucho decir! Liga de Campeones de la UEFA Los ganadores Ruud Gullit, Thierry Henry y Didier Deschamps han apuntado al Barça y se han desatado estos últimos días.

El Francia El técnico afirmó que «el Barcelona juega con una línea muy alta, independientemente del momento del partido, y eso deja a los defensas en situaciones imposibles». ¿Imposible? ¿En serio, Didier?

Gullit, por lo general, era mucho más brutal. «¿Para qué insistir en un plan que está condenado al fracaso?», preguntó, al tiempo que calificó de «kamikaze» las ideas defensivas del Barcelona. El plan no estaba «condenado» al fracaso la temporada pasada, Ruud.

Henry, que todavía ama al club con el que ganó la Liga de Campeones de 2009, no pudo contener su irritación y frustración tras el empate 3-3 del Barcelona en Club Brujas El miércoles. Argumentó: «No quiero hablar así de mi antiguo club, pero… no puedes seguir defendiendo así. No puedo pasar por alto el hecho de que sigues dejando que la gente vaya y corra hacia tu portería».

Ian Paul Joy gritó: «Recuerden mis palabras: si continúan jugando en esta línea alta, el Barcelona podría no ganar absolutamente nada esta temporada». Podría. En efecto. Una palabra poderosa.

Joy coincidía (de nuevo) con Gullit, cuyo punto de vista es: «Cada pérdida de balón es una invitación abierta al contraataque. No se pueden ganar títulos jugando así».

Lo que estos dos caballeros parecen no haber entendido es que, a) usted poder ganar títulos jugando así -el Barcelona ganó tres de ellos la temporada pasada- y b) la línea alta fue igualmente ridiculizada la temporada pasada, especialmente por aquellos que hablan sin estudiar. Si bien es una táctica de alto riesgo y sin tolerancia a errores, es muy eficaz si está bien ejecutado.

«Podemos hablar de la idea de cambiarlo todo… pero no soy el tipo de entrenador que hace eso», dijo Flick la semana pasada. «Queremos jugar fielmente al ADN del Barça. No quiero quedarme sentado y ganar 1-0 en un contraataque».

Al resumir su primera temporada cargada de trofeos en el club, el ex de 60 años Bayern de Múnich y Alemania El entrenador dijo: «El hecho es que este equipo goza del respeto de toda Europa. Nos miramos en el espejo y estamos orgullosos de nuestro compromiso y nuestro estilo de juego».

Luego, el domingo, le preguntaron a Flick si tenía «algo que demostrar» y comenzó a reírse para sí mismo, respondiendo: «Sabes, siempre pienso en decir algo sobre los ‘expertos'». Los ‘expertos’ se refieren a ex jugadores o ex entrenadores, pero no lo haré. Les daría demasiadas cosas de qué hablar y ya hay demasiado ruido a nuestro alrededor».

Lo desconcertante es el hecho de que este tipo exacto de fútbol (mejor aplicado, hay que reconocerlo) produjo varios partidos la temporada pasada que se adentraron firmemente en el género clásico de todos los tiempos. Cosas que todos deberíamos estar profundamente agradecidos por haber disfrutado.

Piense en esa palpitante victoria por 3-2 en Borussia Dortmundla victoria por 5-4 en Lisboa contra Benfica (loco, loco defendiendo; peor que cualquier cosa El equipo de Flick lo ha demostrado esta temporada, pero lo culminó con un brillante y asombroso gol en el tiempo añadido), ambos empataron 3-3 contra Inter de Milán — 210 minutos de incesantes emociones, giros, heroísmo, diversión y tensión.

El Copa del Rey final Clásico? Siete goles, un final espectacular, grandes tramos del partido en los que estaba claro que cualquiera de los dos podía ganar… lo mismo ocurre con la segunda LaLiga. Clásico.

Si Flick hubiera podido reproducir «¿No estás entretenido?» de Maximus Decimus Meridius? demanda el domingo, entonces su equipo podría adoptar el himno de Robbie Williams «Let Me Entertain You».

La victoria en Vigo supuso el partido número 50 de Flick en LaLiga al frente del blaugrana. Su récord: ganó 37, empató cinco y perdió ocho. Esto no me parece reprochable y, volviendo al tema del entretenimiento, esos 50 partidos han dado 188 goles: casi cuatro por partido. Entretenimiento del tamaño de un parachoques.

Pero ¿quién habla de eso? ¿Quién elogia el hecho de que el Barcelona nunca sepa cuándo está derrotado?

A veces mandan un juego (Getafe, Valencia y Olympiakos esta temporada; global 15-1), pero en otras ocasiones necesitarán la sacudida de quedarse atrás o estar bajo el palo antes de desatar una andanada de pases brillantes, oportunidades de gol y Lamina Yamal Magia de regate. Ganen, pierdan o empaten, se soltarán sobre el oponente; sólo tenemos que sentarnos y apreciar.

Apostaría a que los expertos, aunque no son del todo inexactos acerca de las fallas e inconsistencias en cómo el equipo de Flick está practicando su filosofía o acerca de cuán vulnerables se han visto en las últimas semanas, no están en sintonía con el aficionado común.

Hoy en día, la mayoría de nosotros estamos agobiados por el exceso de trabajo, la falta de trabajo, la falta de sueño, la falta de dinero, el exceso de estrés, el aburrimiento, la frustración o las preocupaciones sobre diversos problemas globales. ¿Bien? Si lo tuyo es el fútbol, ​​entonces ámalos, odialos o encuéntralos ligeramente divertidos, Barcelona te lo devolverá con entretenimiento.

No hay ninguna duda al respecto, pero tampoco se le da mucho crédito. Mientras tanto, Flick continúa no solo lidiando con una lista de lesiones problemáticas, sino también con la continuación de reducir la edad promedio de un equipo que ya es Bambi.

Esta temporada ya ha dado oportunidades a otros cuatro debutantes adolescentes: el lateral izquierdo Jofre Torrents (18), doctor fernández (17), Toni Fernández (17) y Roony Bardghji (19). ¿Atrevido? Dado lo joven que es Yamal, Alejandro Balde, Pau Cubarsí, Fermín López, pedro y Marc Casado Ya lo son, esto es toda una hazaña, un alto riesgo y otro indicador de que el ADN del Barcelona al que el alemán hace referencia constantemente es algo que se toma muy en serio.

En Flick’s Barcelona, ​​si eres lo suficientemente bueno, eres lo suficientemente mayor.

Así que aplauda al Bronx la próxima vez que lea o escuche a un crítico despotricar vagamente sobre que la línea alta de Barcelona es una receta para el desastre. Es el equivalente moderno de Alan Hansen viendo florecer a David Beckham, Ryan Giggs, Paul Scholes, Nicky Butt y Gary Neville en manchester unido y afirmar «no se puede ganar nada con niños».

Mientras tanto, siéntate y disfruta. Habrá un gol, una confusión, una tarjeta roja, un pase maravilloso o una línea de fuera de juego rota en un minuto. Así es como juegan.

¿No estás entretenido?