La reiteración de accidentes con camiones implicados, con el consiguiente drama humano y las retenciones kilométricas, está evidenciando el colapso del tramo sur de la AP-7. El Servei Català de Trànsit (SCT) reducirá la velocidad al paso de la autopista por las Terres de l’Ebre y estudia nuevas medidas urgentes. Con un largo y tortuoso tramo de autopista de solo dos carriles por cada sentido entre l’Hospitalet de l’Infant (Baix Camp) y la frontera de las Terres de l’Ebre con Castelló, casi una excepción en Catalunya, la supuesta vía rápida y segura se ha convertido en justo todo lo contrario.
El proyecto para ampliar de una vez la AP-7 en un tramo estratégico para la conectividad por carretera del corredor Mediterráneo, sometido a la presión diaria de 11.000-12.000 camiones, está aún en fase de redacción por parte del Ministerio de Transportes. A pesar de que en verano de 2023 el propio Ministerio anunció la adjudicación por 3,4 millones de euros de la redacción del plan de ampliación del tercer carril, las obras tardarán varios años en ejecutarse. La longitud del tramo afectado es de 38,3 km, con una inversión estimada en 2023 de 162 millones.
El Ministerio sigue redactando el proyecto para ampliar la vía, que adjudicó en 2023, entre l’Hospitalet y Amposta
Ante este panorama, el Govern busca nuevas soluciones a toda prisa para frenar la elevada siniestralidad y salvar el colapso. Trànsit se reunirá mañana mismo de urgencia con los representantes del sector del transporte por carretera para buscar respuestas correctoras a la elevada accidentalidad, muchas veces con camiones.
Entre las medidas que el SCT pondrá encima de la mesa, según ha anunciado el propio Lamiel, reducir la velocidad en algunos de los tramos de la AP-7 sur. Ralentizar la circulación para hacer la vía más segura a la espera de poner en marcha los tramos de velocidad variable.
10 de los 15 muertos eran camioneros
La mortalidad en la AP-7 se ha convertido en una de las lacras y quebraderos de cabeza de los responsables de la movilidad y la seguridad vial en Catalunya. En lo que va de año, han fallecido 15 personas en la AP-7, 10 de las cuales camioneros; el año pasado a estas alturas habían fallecido tres camioneros. “Estamos a niveles de siniestralidad de 2023 y de antes de la liberación de los peajes (2020). Está pasando alguna cosa, tenemos que poner medidas para controlarlo y las queremos compartir con los responsables del transporte por carretera y el titular de la AP-7 (Ministerio)”, ha destacado Ramon Lamiel (SCT). La Federació d’Autotransport de Tarragona (FEAT) ha expresado también su indignación. “La situación en la AP-7 es fruto de la insuficiencia de la autopista para absorber todo el tráfico pesado y los vehículos particulares”, destacó José Luís Aymat (FEAT). Además de exigir el tercer carril, piden la conversión de la N-340 en autovía (A-7) en todo el tramo de las Terres de l’Ebre.
“La siniestralidad en la zona de las Terres de l’Ebre obliga a hacer una reflexión. Mientras no llega el sistema de velocidad variable y los tres carriles, hay que actuar, habrá que reducir la velocidad”, dijo Lamiel en El Món a RAC1 .
Una de las medidas que ya introdujo Trànsit es la prohibición para los camiones de adelantar en casi todo este tramo sur de dos carriles, una restricción que una parte de los camioneros incumple. La presión de más de 11.000 camiones diarios en este tramo representa el 50% del tráfico total en días laborables, según datos del SCT. “La frecuentación del paso de camiones también incrementa las posibilidades de tener accidentes, incidentes o tragedias como la de hoy”, dijo Lamiel.
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Más controles a los camiones para reducir los accidentes
Esteve Giralt

La reunión de mañana miércoles entre Trànsit, el sector del transporte y el Ministerio de Transportes llega después de un nuevo accidente la madrugada de este martes en la AP-7, a su paso por el término municipal de l’Aldea (Baix Ebre), con tres camiones implicados alrededor de las cinco de la mañana. Una nueva víctima mortal, un herido grave y la autopista cortada totalmente en ambos sentidos de la circulación durante más de seis horas. La situación no se normalizó hasta la tarde, dejando a miles de conductores atrapados y causando colas kilométricas durante horas.
El conductor de un camión que circulaba en dirección a Castelló perdió el control de su vehículo pesado en circunstancias que están investigando los Mossos d’Esquadra, saltó la mediana de la AP-7 e invadió el sentido contrario, chocando frontalmente con otro camión. Un tercer vehículo pesado se vio implicado en el mismo accidente, salió de la vía y volcó, lo que obligó a ocho dotaciones de los Bombers a movilizarse junto a los servicios médicos y de emergencias.
Solo dos días antes, otro camión se accidentó en el mismo tramo de autopista de solo dos carriles, uno poco más al norte, en l’Ametlla de Mar (Baix Ebre), y obligó a cortar también durante horas la AP-7.
El colapso y peligrosidad de la AP-7 sur ha hecho que miles de conductores huyan a diario de la autopista, sin peajes, a la N-340, al paso de la carretera nacional por las Terres de l’Ebre. Paradójico refugio el de una carretera que acumuló durante décadas la mortalidad viaria del sur de Catalunya. Los camiones están obligados a ir por la AP-7, por lo que la N-340 es para los turismos una carretera más lenta, pero más segura.
Por el tramo norte de la misma AP-7, hasta llegar a La Jonquera (Alt Empordà), pasan cada día casi los mismos camiones. Con tres carriles, los accidentes son menos frecuentes.





