El 11 de noviembre de 1962 la Sociedad Rural de Conesa comenzó a funcionar como entidad oficial y hoy celebra un nuevo aniversario como una institución consolidada y reconocida dentro del sector ganadero de la provincia.
Su presidente, Roberto Gutiérrez, repasó la historia y los logros más destacados de una entidad que, desde su fundación, ha sido protagonista del desarrollo ganadero en el noreste de la provincia de Río Negro.
Uno de los momentos importantes de este año fue la celebración de su exposición número 36, un evento que volvió a ratificar el peso de la institución dentro del circuito ganadero patagónico. “Fue la primera Exposición Patagónica de Angus realizada en el predio de la Sociedad Rural de Conesa, con un éxito rotundo”, recordó Gutiérrez.

«En 2012 nos habían elegido para hacer la nacional de Hereford, pero cuando se pone la barrera sanitaria la Rural de Conesa fue entonces sede de la primera Nacional Patagónica de Hereford, y desde entonces el evento rota entre distintas localidades del sur argentino. “El año pasado, cuando la raza Hereford cumplió cien años en el país, se festejó solo en tres lugares: Palermo, Tandil y Conesa”, destacó con orgullo.
La institución también se distingue por su capacidad de adaptación. En plena pandemia, en 2020, fue la única exposición del país que se realizó de manera presencial y virtual, respetando todos los protocolos. “Con las limitaciones del momento, pero fue la única exposición rural presencial del país. Eso habla del compromiso que tenemos con los productores y con la región”, afirmó el dirigente.

En materia de infraestructura, la Rural ha crecido notablemente. Hace unos cuatro o cinco años adquirieron un terreno lindero de tres hectáreas, donde instalaron una báscula para camiones, y se avanzó en la construcción de un moderno salón de usos múltiples de 600 metros cuadrados con capacidad para más de 400 personas. Precisamente en dicho salón se realizó el almuerzo de camaradería con motivo de la 36° Exposición Rural de General Conesa realizada del 18 al 21 de septiembre.
“Empezamos con un techo y piso de piedra, y año a año fuimos mejorando. Hoy tenemos baños, cocina, un espacio cubierto para hacer asados y toda la vajilla. El próximo paso es colocar el aire acondicionado y el cielo raso”, explicó Gutiérrez.
Financiamiento
La institución se sostiene con recursos propios y una administración ordenada. “El ingreso más importante proviene del porcentaje que cobramos a las casas consignatarias por los remates que se realizan a lo largo del año”, detalló Gutiérrez. Actualmente tres firmas locales realizan entre 12 y 15 remates por temporada.

A eso se suman los ingresos por las guías de movimiento de hacienda que emiten todas las rurales rionegrinas, un pequeño aporte por cuota social y el alquiler de oficinas céntricas que quedaron disponibles cuando se construyeron las nuevas dentro del predio de la Sociedad Rural. La entidad cuenta hoy con 120 socios y cuatro empleados que cubren tareas administrativas, de corrales y báscula.
En total, el predio rural ocupa unas seis hectáreas, lo que le permite proyectar nuevas obras. Uno de los objetivos próximos es construir un ring de ventas y de jura bajo techo. “Queremos que la gente esté cómoda, que no sufra el viento ni la lluvia. Viene mucha gente grande y queremos que disfruten del evento”, adelantó.
Esa búsqueda permanente de mejoras, sumada a la jerarquía de los animales presentados, explica por qué muchos la definen como “la Palermo de la Patagonia”. “Los promedios de precios y el nivel de hacienda que se presenta en Conesa son muy superiores al resto de las exposiciones patagónicas”, sostuvo Gutiérrez.
Genética patagónica
El dirigente también subrayó que la genética patagónica ha ganado un lugar destacado a nivel nacional. “Nos decían que después de la barrera sanitaria íbamos a tener problemas para conseguir genética. No solo nos abastecemos dentro de la región, sino que hoy vendemos toros y vaquillonas a la Pampa Húmeda. En la última exposición se fueron animales para Puán y hasta una vaquillona Hereford viajó a Córdoba”, remarcó.

Gutiérrez valoró especialmente el reconocimiento obtenido en la última muestra. “El gobernador destacó el nivel de la exposición y de la institución. Eso nos llena de orgullo y nos compromete aún más”, afirmó. En los corrales de Conesa pueden encerrarse hasta 2.500 animales, lo que da una idea de la magnitud de la infraestructura que tiene la Rural de Conesa.
Sin embargo, el presente no está exento de desafíos. Las lluvias escasas preocupan a los productores. “Si el pronóstico de poco régimen hídrico y mucho calor se cumple, el verano será muy difícil para los ganaderos del noreste de Río Negro. Los campos han perdido capacidad de carga y muchos estamos achicando nuestro capital”, advirtió. Aun así, los precios acompañan por la menor oferta: “No es que se gane más dinero, pero al haber menos hacienda los valores se ajustan”.
Sobre la política ganadera nacional, Gutiérrez fue claro: “Los productores advertimos lo que iba a pasar con las restricciones. Se hizo creer que la carne iba a bajar, pero los precios siguen iguales y en algunos casos con peor calidad. Nadie salió beneficiado”.
Por último, Gutiérrez destacó que «cuando no se hacían exposiciones en Conesa, hubo gente de la rural de Río Colorado que insistió y puso mucho esfuerzo para que ello ocurriera».
Apuntó de esa época que «el ring de ventas eran cajones de fruta como asientos y con una lona que paraba el viento a la espalda de los productores ganaderos. Recuerdo a los hermanos Otermin, Bonifacio Azanza y Víctor Gómez que invirtieron mucho de su tiempo para que hoy podamos disfrutar los éxitos».





