«El pas que recibimos est devastado, nos dejan una economa quebrada». Las palabras de Rodrigo Paz Pereira en su toma de posesin no sorprendieron a su pueblo, vctima principal del fracaso revolucionario. Los bolivianos sufren desde hace tiempo una crisis de combustibles galopante que el nuevo presidente comenz a mitigar al subirse a los camiones que desde los pases vecinos trasladan gasolina y disel a distintos puntos nacionales de venta. Las colas largusimas de los ltimos meses han comenzado a desaparecer en parte del pas, aunque la batalla no ha hecho ms que comenzar.
Al igual que las revoluciones hermanas de Venezuela, Cuba y Nicaragua, la revolucin indgena ha fracasado social, econmica y financieramente. El legado que dejan Evo Morales y Luis Arce tras dos dcadas de Gobierno confirma cul es una de las grandes asignaturas pendientes de estos procesos histricos, junto al autoritarismo, los derechos humanos y la corrupcin en (casi) todas las instituciones.
«Nos dejan inflacin, escasez, deuda, desconfianza… La peor crisis de las cuatro ltimas dcadas. Nos traicionaron y la traicin se paga en Bolivia, porque el peor costo lo tienen los ms humildes», asegur el centrista Paz Pereira, hijo del presidente socialdemcrata Jaime Paz Zamora, fundador del histrico Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
El listado de desgracias econmicas que dej sin aliento a los bolivianos no sorprende en absoluto a los ciudadanos de los que eran pases aliados. «Evo, Arce, dnde est el bendito mar de gas que nos prometisteis? Dnde est el litio?«, cuestion con firmeza el nuevo mandatario, quien no dud en acusar a ambos lderes del Movimiento Al Socialismo (MAS) de malgastar 60.000 millones de dlares, procedentes de la nacionalizacin del gas. «Qu carajo hicieron con tanta bonanza?», dispar el presidente.
Si de algo saben los venezolanos, que tambin escucharon, en palabras de Hugo Chvez, que viviran en un «mar de felicidad» parecido al cubano, es de los terrorficos costos de la economa revolucionaria. Antiguas autoridades chavistas y expertos nacionales calcularon en su da que el chavismo ha hecho desaparecer al menos 600.000 millones de dlares, procedentes de otra bonanza, la del petrleo, que se dispar por encima de los 100 dlares por barril. Igual que en Bolivia, los buenos tiempos slo sirvieron para llenar los bolsillos de los jerarcas chavistas y de los empresarios boliburgueses, chacales econmicos de los distintos mecanismos financieros.
El tenebroso relato de Paz Pereira prosigui durante varios minutos, en una suerte de bajada a los infiernos: escasez de dlares, crecimiento descontrolado de los precios (25% en julio la inflacin interanual), un insaciable mercado paralelo de divisas, un PIB que no repunta, produccin muy baja, devaluacin de la moneda, prdida del poder adquisitivo de las clases populares y medias…
Ni una sola noticia positiva, con el mercado del gas a la baja y con la gran esperanza blanca, el litio, con un rendimiento mucho menor del esperado por culpa de los manejos polticos, las fallas tcnicas y la cercana de la corrupcin. A Marcelo Arce, hijo del anterior presidente y negociador de los contratos del mineral de moda, le conocen en Bolivia como Marcelitio.
Las cifras se entrecruzan para airear las vergenzas revolucionarias. Como con el despilfarro de las reservas de oro mal cobijadas en las bvedas del Banco Central de Bolivia (BCB), donde slo quedan 16 toneladas, pese a que la Ley del Congreso obligaba a mantener al menos 22 toneladas.
El Estado convertido en un gran Saturno devorador del dinero de la gente, a niveles slo equiparables con los de sus hermanas revolucionarias: Bolivia gasta cada ao el 80% de su PIB, frente al 28% de Chile y el 30% de Paraguay. Antes de llegar Evo al poder (del que nunca se quiso marchar, y de ah las distintas crisis polticas), Bolivia gastaba algo ms de 2.000 millones de dlares al ao. En 2024 fagocit ms de 21.000 millones.
«Lo que pasa con las revoluciones, tcnicamente, es que sus gobiernos abarcan todos los sectores de la vida econmica para sustituir al sector privado. El Gobierno, por lo general, es ms ineficiente, con alguna excepcin puntual, que el sector privado. El Estado quiere gastar ms y ms y esa plata redistribuirla [en teora]. Eso termina de matar el aparato productivo del pas, y esa ha sido la dinmica de las revoluciones. No es que haga falta un Estado ms grande o ms pequeo, es que simplemente no crean las condiciones necesarias. El principal papel del Estado es crear las reglas de juego de la sociedad, pero si creas reglas malas, los resultados sern malos«, seala a EL MUNDO el economista venezolano Jos Noguera.
«Nos han dejado las empresas pblicas convertidas en botines polticos. Un estado paralizado, un monstruo burocrtico incapaz de servir al pueblo», certific Paz Pereira.
Como en Venezuela, Cuba y, en menor medida, Nicaragua. Fue en la isla caribea donde todo comenz. «Cuba export un nuevo sistema de gobernanza, donde un grupo de personas se apoderan del Estado y lo dominan. As naci GAESA [Grupos de Administracin Empresaria S.A, el emporio militar que controla buena parte de la economa de la isla]. En Venezuela sucedi la misma historia, copiada y tropicalizada. Y algo muy parecido ocurri durante el Gobierno de Evo en Bolivia, con Cuba siempre a su sombra. La nica forma ahora para el renacer econmico de Bolivia pasa por restaurar lo liquidado en las dos dcadas«, explica a este peridico el economista Emilio Morales, vicepresidente del laboratorio de ideas Cuba Siglo XXI.
El ltimo informe de Morales confirma la situacin econmica crtica que atraviesa la isla, empeada desde hace dcadas en vivir bajo mnimos y con un dficit de generacin de energa del 60%, insalvable, porque el pas no tiene los 10.000 millones de dlares para cambiar el sistema energtico.
«Financieramente Cuba est quebrada: tiene 46.000 millones de dlares de deuda externa. Y eso que con el deshielo con Estados Unidos [acuerdos entre Barack Obama y Ral Castro] se condonaron 42.000 millones de dlares. Estn al lmite, jams vimos estas condiciones», calcula el economista.
Basta con repasar el estado de las tres principales fuentes de recursos de La Habana para comprobarlo. Las remesas han cado un 70%, cuando el Gobierno calculaba que la huida de un milln de jvenes tras la represin salvaje puesta en marcha desde el 11-J de 2021 llenara sus arcas. No ha sucedido. Mucho menos han fructificado las inversiones hoteleras de los ltimos tiempos, porque el turismo ha descendido un 50% este ao. «Se calcula que apenas dos millones de viajeros llegaran a la isla, cuando en 2018 fueron cuatro millones», confirma Morales.
Las distintas campaas de activistas y organizaciones contra la esclavitud que sufren los mdicos de las misiones internacional tambin han provocado una cada del 70% de esos ingresos, segn Cuba Siglo XXI.
Los grandes padrinos internacionales tampoco estn por la labor. «Ni China ni Rusia dan crdito, ms all de pequeas donaciones para que no sucumba polticamente ante Washington. El nuevo mecenas es Mxico, que ha entregado a La Habana 2.000 millones de dlares en petrleo casi regalado«, desvela Morales.
De la Unin Sovitica a Venezuela y de Venezuela a Mxico. «Cuba desangr a Venezuela. Son Estados mafiosos, una mutacin, cada uno con sus propias caractersticas», concluye el economista caribeo.
Pese a la falsa normalizacin decretada por Nicols Maduro, la economa venezolana atraviesa otra crisis aguda, una ms en una dcada de un derrumbe tan profundo que ha expulsado de sus hogares a nueve millones de personas. «Venezuela haba conseguido cierta estabilizacin con una inflacin muy alta, en el sentido de que haba un flujo permanente de divisas originado en el narcotrfico, en la extraccin de minerales de forma irregular en Guayana y en la produccin de alrededor de un milln de barriles de petrleo [tras el regreso de la estadounidense Chevron]. Pero con el despliegue de Estados Unidos en el Caribe, es notorio y tiene sentido econmico que la situacin se ha puesto ms dura al bloquear parte del flujo del narcotrfico hacia el pas», esclareci el economista Noguera.
El chavismo, campen del mundo en disparates econmicos (86% de la poblacin en la pobreza en el pas que fuera ms rico de Amrica Latina), encara de nuevo la devaluacin del 400% frente al dlar y una inflacin del 270% para cerrar el ao. Peor ser el ao que viene, ya que el FMI predice una escalada del 680% de los precios.
Por ltimo, desde el Gobierno sandinista se repite el dogma de sus aciertos econmicos, tras una etapa de crecimiento hasta la rebelin popular de 2018, gracias a los acuerdos con Estados Unidos y con el sector privado. Las cosas han cambiado hoy.
«El rgimen se ha preocupado ms por consolidar y sostener su grupo de poder econmico familiar. Han utilizado todos los recursos y mecanismos del Estado, incluidas las polticas econmicas y sociales, para trasladar los costos a la poblacin con el incremento de la tributacin y la disminucin de la inversin social. El rgimen todava cuenta con prstamos de organismos financieros internacionales», subraya a EL MUNDO la sociloga Elvira Cuadra, directora del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamrica.





