Circular más lentos pero más seguros, con menos accidentes y por consiguiente con menos retenciones y sin colapso viario. Con esta premisa, el Servei Català de Trànsit (SCT) propondrá al Ministerio de Transportes reducir la velocidad máxima en uno de los puntos negros de la red viaria catalana, el tramo de la AP-7 sur, con dos carriles por sentido. Si el titular de la autopista acepta la medida, lo más probable, los camiones verán rebajado el límite a 80 km/h y los turismos a 100 km/h en un recorrido de unos 30 kilómetros, solo en dirección a Castelló, entre el Baix Ebre y el Montsià.
El director del SCT, Ramon Lamiel, concretó ayer la voluntad de reducir la velocidad en la AP-7 sur como medida para atajar los accidentes, la mayoría con camiones implicados –10 de los 15 fallecidos en la autopista este año eran camioneros–, en una reunión con representantes de los transportistas. El encuentro, en presencia de los Mossos d’Esquadra, se produjo pocas horas después del accidente mortal que el martes obligó a cortar durante horas la AP-7 en l’Aldea (Baix Ebre), con restricciones y retenciones que persistieron durante más de 24 horas.
La regulación afectará a los vehículos que circulen en dirección a Castelló, en principio de noviembre a marzo
El SCT esperará a tener la reacción del Ministerio para valorar públicamente la rebaja de la velocidad.
La primera reacción llegó de las asociaciones de transportistas. El sector no se opone a circular más despacio si debe de servir para mejorar la seguridad, pero advierte que es un parche. “No resolverá el problema de fondo, tendrán un efecto paliativo, pero seguirá habiendo accidentes, como ya pasó después de prohibir a los camiones adelantar en este mismo tramo”, razona José Luís Aymat, portavoz de la Federació d’Autotransport de Tarragona (FEAT).
Sin posibilidad de adelantar sin riesgo a ser multados, los camiones deberán circular en todo este tramo de dos carriles en dirección a Castelló en fila india a un máximo de 80 km/h. Trànsit estudia si extiende la nueva regulación a los autobuses. Sobre la mesa está también el período de aplicación. En principio, la idea del SCT es que sea temporal, pues la reducción de los límites de velocidad estaría en vigor solo la mitad del año, de octubre a marzo, cuando se produce un mayor tráfico de mercancías por carretera (12.000 camiones diarios entre semana)
En cualquier caso se trata de una limitación que desaparecerá cuando se haga realidad la reivindicada ampliación de dos a tres carriles por sentido, proyecto todavía en fase de redacción por parte del Ministerio.
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Sílvia Oller

“Se quiere hacer pasar un flujo muy importante de vehículos por una vía que no puede absorberlos porque está colapsada, la densidad se incrementa y suben muchísimo las posibilidades de que se produzca un accidente”, alerta Aymat (FEAT). La patronal del transporte por carretera sostiene que se debería apostar por dar una vía rápida alternativa a los camiones prolongando la autovía A-7 en las Terres de l’Ebre. Ahora la única alternativa a la AP-7 en el tramo ebrense entre l’Hospitalet de l’Infant (Baix Camp) y La Sénia (Montsià) es la N-340, aunque en la carretera nacional está prohibido el paso de camiones.





