Morena Rial atraviesa uno de los capítulos más complejos de su vida. Desde hace varias semanas permanece detenida en la Unidad Penal N° 51 de Magdalena, tras ser imputada en una causa por robo agravado. En medio de rumores y especulaciones, su abogado, Martín Leiro, brindó detalles en el programa DDM (América TV) sobre cómo está la mediática y cuáles son los pasos que sigue la defensa para intentar revertir la situación.
“Morena está esperando lo peor”, aseguró Leiro, al referirse al estado emocional de su clienta. Según explicó, la Justicia ordenó una junta psicológica para evaluar si está en condiciones de asumir la custodia de su hijo menor, Amadeo, mientras continúa el proceso judicial. “Se pidió un análisis de su estado emocional y económico. La situación es muy delicada”, agregó el letrado, quien también denunció que se hacen “diferencias” con ella por ser famosa.
Leiro relató que cuando visitó a Morena para llevarle mercadería enviada por su padre, Jorge Rial, no le permitieron entregarle el celular que había llevado. “Me parece injusto porque hay un artículo en la Constitución que habla de igualdad ante la ley. O le pasan el teléfono o se lo sacan a las 259 detenidas que están ahí con celular”, reclamó. Desde la jefatura del penal, la respuesta fue que “no tienen autorización” para permitirle el uso del dispositivo.
Respecto a las condiciones de alojamiento, el abogado describió que Morena se encuentra en el área de “buzones”, una celda apartada del resto de las internas, con cama de hormigón, colchón ignífugo, frazadas, baño y ventana. Aunque la unidad cuenta con gabinete psicológico, la joven permanece aislada y sin acceso a redes sociales ni teléfono, lo que agrava su cuadro emocional.
Un estado emocional crítico
La defensa confirmó que Morena atraviesa un “cuadro de depresión significativo”, con niveles altos de frustración y angustia. “Yo a Morena no la vi bien. No está bien. Está muy mal en el lugar”, expresó Leiro, quien solicitó un recurso de reposición para lograr el arresto domiciliario y pidió evaluaciones psicológicas y psiquiátricas.
En paralelo, la joven escribió una carta desde la cárcel, difundida por su abogado, donde expresó su deseo de resolver la situación judicial y mantener el vínculo con su hijo. “Espero solucionar esta situación lo antes posible y demostrarles a todos mi intención de estar mejor”, afirmó en el texto, en el que también aclaró que no quiere que Amadeo la visite en el penal: “Este no es el ámbito que quiero para él”.
En medio de este panorama, se produjo un hecho que marcó un giro emocional: el primer contacto telefónico con su padre, Jorge Rial. Según relató Leiro, la llamada se concretó gracias a la insistencia del conductor, que gestionó personalmente el llamado a través del conmutador del penal. “Cuando llegué, Morena estaba conmocionada y en llanto porque estaba hablando con su papá”, contó el abogado.





