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“Nos conocemos desde hace muchos años”. Lo primero que dice la arquitecta Roberta Lavarello sobre su cliente también marcó el programa de trabajo para la reforma de este departamento en un edificio de 1929 bajo protección patrimonial.
“Mientras planificábamos la obra, estábamos todos súper enganchados viendo Borgen, una serie que transcurre en Dinamarca. Observando la escenografía de los ambientes, tanto domésticos como institucionales, entramos en la onda: diseño simple y funcional con la mejor manufactura y esa cosa tan linda que los daneses llaman hygge”, repasa.
La fachada afrancesada, el patio de inspiración andaluza y las aberturas traídas de Europa a principios del siglo pasado: adecuado preludio para este hogar que expresa sofisticación desde el primer contacto.
“Una cauta acompañante de las obras que la habitan”, así define la arquitecta Roberta Lavarello esta casa, cuyo diseño interior cede protagonismo a la exquisita colección de arte de sus dueños.
El proceso de la reforma siguió la pauta que caracteriza a este grupo de amigos y que Roberta describe con practicidad. “En cada caso, usamos materiales buenos, porque eso se siente, así estés cocinando o mirando los cuadros tomando una copa de vino. Los espacios se viven así; la arquitectura debe traducirse en disfrute”.
Fueron necesarias unas cuantas pruebas de pintura para llegar a este tono perfectamente neutro que se aplicó en todos los ambientes.
En general, no trabajo con lo que está de moda, al contrario. Mis clientes también son muy clásicos, por eso nos entendemos.”
— Arq. Roberta Lavarello, responsable de la reforma
La intervención más grande se dio en la cocina, que se rediseñó y se amplió tomando una antigua dependencia de servicio y su baño. Además, se hizo el pulido e hidrolaqueado de los pisos existentes, pintura completa y reparaciones generales.
Demoliendo la antigua zona de servicio, se logró un ambiente más amplio y funcional, acorde con el estilo de vida de los propietarios, quienes −además de amantes de la cocina− son grandes anfitriones
Nuevamente, buscamos tener la mayor cantidad de pared libre para exhibir obra, es por eso que el almacenamiento sobre la mesada se concentra en una sola pared”
Muebles laqueados, piso de pino tea y obras de arte en la cocina: licencias de una pareja con hijos grandes.
Con la ampliación se incorporaron las ventanas del área de servicio, que filtran la luz del patio aportando un clima muy especial
“Siguiendo el concepto danés de hygge, buscamos una cálida comodidad mediante la iluminación y las texturas agradables, esa felicidad que dan las pequeñas cosas”, explica Lavarello.
Colores neutros, materiales nobles y la restauración de carpinterías, pisos y molduras originales mantuvieron la impronta del edificio, diseñado a distancia por el arquitecto Henri Azière, también autor de Palacio de los Patos, a pocas cuadras.





