En diálogo con Canal E, el consultor periodista uruguayo, Juan Sánchez, especialista en políticas públicas, evaluó cómo los apoyos internacionales condicionan el desarrollo institucional y económico de países como la Argentina.
La ayuda internacional entre oportunidades y riesgos
Sánchez contextualizó los apoyos externos en una mirada histórica, y sostuvo que estas asistencias nunca llegan aisladas de condicionamientos. Según explicó, tras la Segunda Guerra Mundial “el apoyo incondicional” de Estados Unidos a Europa y Asia fue decisivo, pero también estableció patrones que aún hoy influyen. Recordó que programas similares permitieron que Japón y Corea despegaran, aunque advirtió que esos mecanismos se han transformado.
Sobre el caso argentino, remarcó su preocupación por la dependencia personalista: «Argentina está siendo muy dependiente de un presidente y no de acuerdos estables«. Para Sánchez, ese es uno de los mayores riesgos actuales, especialmente cuando se trata de apoyos externos vinculados a líderes como Donald Trump. Insistió en que las asistencias deben construirse sobre políticas de Estado y no sobre vínculos coyunturales.
Lecciones de Uruguay y malas prácticas regionales
Sánchez repasó la experiencia uruguaya y describió cómo organismos como el BID y el Banco Mundial contribuyeron a fortalecer áreas estratégicas, desde la infraestructura portuaria hasta la evaluación de proyectos. Destacó, sin embargo, la importancia de aplicar esos fondos con criterios técnicos y no políticos.
“Los organismos multilaterales pueden ayudar, pero solo si los países tienen instituciones capaces de usar bien esos recursos”, remarcó. Recordó ejemplos negativos, como el caso Odebrecht en Perú o la infraestructura inutilizada tras el Mundial de Brasil.
Para el especialista, Uruguay logró avances porque entrenó equipos técnicos, desarrolló instrumentos como la unidad indexada y consolidó herramientas de participación público-privada. Recomendó que Argentina imite ese enfoque en lugar de recurrir a soluciones de corto plazo, como intervenciones cambiarias o dolarizaciones improvisadas.
De cara al ingreso potencial de Argentina a la OCDE, consideró positivo que el proceso dependa de un marco más estable como el europeo. Advirtió que Europa «aprendió de errores como el caso de Grecia» y tiende a exigir buenas prácticas fiscales y de gestión para evitar desvíos.
Sánchez cerró la entrevista con una advertencia sobre el momento político: dijo que Argentina debe aprovechar el apoyo recibido, pero no para salir del paso, sino para fortalecer instituciones y prácticas estables. “No es para zafar del corto plazo; es para mejorar las fortalezas institucionales”, aseguró.





