Si bien Vaca Muerta es el gran motor energético del país, el convencional sigue dando pelea de la mano de la recuperación terciaria (EOR, por sus siglas en inglés). En los últimos años, el segmento se consolidó como uno de los pilares técnicos más relevantes para el sostenimiento de los campos maduros en Argentina.
Según el último informe de GtoG ENERGY, la producción EOR alcanzó en septiembre de 2025 un total de 17.581 barriles por día, apenas un 1,6% por debajo del máximo histórico de mayo. El desempeño confirma la madurez de esta tecnología en el país y su capacidad para extender la vida útil de los yacimientos maduros.
Durante los últimos años, la recuperación terciaria dejó de ser una práctica experimental y pasó a ocupar un lugar estratégico dentro del upstream argentino. Las operaciones en cuencas como Golfo San Jorge, Neuquina y Cuyana muestran que, con gestión y estímulos adecuados, el convencional puede seguir siendo una fuente relevante de reservas, empleo e inversión.
Chachahuén Sur: política fiscal inteligente
El caso Chachahuén Sur es uno de los ejemplos más sólidos de cómo una política fiscal inteligente puede reactivar áreas maduras. Según detalla GtoG ENERGY, el proyecto enfrentaba originalmente dos obstáculos estructurales: un alto nivel de inversión inicial (CAPEX elevado) y un largo período de repago (payback extenso), lo que hacía marginal su rentabilidad con regalías del 18%.
Frente a esa situación, el Gobierno de Mendoza redujo las regalías al 9% exclusivamente sobre la producción incremental generada por el EOR. De esta forma, el Estado no resignó ingresos sobre la producción base, sino que incentivó la creación de un nuevo volumen de crudo que, de otro modo, nunca habría existido.
La lógica fue clara y los resultados fueron contundentes. Con la medida, el proyecto pasó de ser marginal a transformarse en un motor productivo de referencia. Según GtoG ENERGY, la Tasa Interna de Retorno (TIR) superó el 20%, el Valor Actual Neto (VAN) se volvió positivo incluso en escenarios conservadores y el período de repago se redujo a la mitad.
El impacto económico fue notable: más de 81 millones en inversiones de dólares, 3,5 millones de barriles adicionales estimados a septiembre de 2025, 7% de incremento en la producción provincial, y un movimiento económico total cercano a 570 millones de dólares, con una recaudación para la provincia de 74 millones de dólares.
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YPF recibió ofertas por Manantiales Behr, el mítico bloque de la Cuenca del Golfo San Jorge.
Un modelo ganar-ganar para el convencional
El modelo de Mendoza demuestra que la recuperación terciaria no solo es una herramienta técnica, sino también una política pública de largo alcance. Al ajustar la relación entre riesgo y retorno, el Estado provincial generó condiciones para que el capital privado asumiera desafíos tecnológicos de alta complejidad, garantizando al mismo tiempo un beneficio fiscal sostenido.
Como explica el análisis de GtoG ENERGY, este enfoque no representa una pérdida de recursos, sino una inversión compartida: el Estado cede parcialmente su participación inicial, pero a cambio obtiene producción incremental, actividad económica y recaudación futura.
El otro gran caso que destaca el informe de GtoG ENERGY es el de Manantiales Behr, en la provincia de Chubut. El campo alcanzó en septiembre una producción terciaria de 8.750 barriles por día, su máximo histórico, consolidándose como el proyecto EOR más grande y productivo del país.
La magnitud de sus resultados responde a una estrategia de ingeniería consistente y sostenida. Con ocho años ininterrumpidos de operación bajo inyección de polímeros, el yacimiento ya superó los 13 millones de barriles adicionales recuperados.
Actualmente cuenta con siete plantas de inyección y más de 70 pozos inyectores, lo que demuestra un nivel de madurez tecnológica que posiciona a la Argentina como referente regional en esta metodología.
Un pilar técnico con proyección nacional
El crecimiento sostenido del EOR no es casualidad. En términos de distribución geográfica, Chubut concentra el 70% de la producción terciaria nacional, seguida por Mendoza con el 29% y Santa Cruz con el 1% restante. En cuanto a operadores, YPF lidera ampliamente con el 80% del total, seguida por Capsa-Capex (11%), Pan American Energy (4%), PECOM (3%) y Tecpetrol (2%).
Estas cifras confirman que la recuperación terciaria dejó de ser un experimento aislado para transformarse en una línea estratégica dentro del desarrollo energético argentino. Su madurez técnica, combinada con políticas fiscales adecuadas, permite extender la vida útil de activos existentes y reducir la presión exploratoria sobre nuevas áreas.
El EOR argentino avanza hacia una etapa de consolidación, donde la innovación tecnológica, la eficiencia operativa y la flexibilidad regulatoria definen el éxito de los proyectos. En ese marco, Mendoza y Chubut representan dos caras complementarias del mismo proceso: la primera, como ejemplo de cómo la política puede habilitar valor; la segunda, como muestra de cómo la ingeniería puede sostenerlo en el tiempo.





