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Las tapas nacionales
Como en un «siga siga» eterno, pasaron por nuestras ediciones escándalos como Panamá Papers, el Caso Maldonado, la criptoestafa de Milei, el narcoescándalo de Espert, el endeudamiento macrista con el FMI que sigue condicionando el futuro del país.
La política pendular marca el ritmo de la Argentina desde 2003 en adelante. Y si hay un período que puede dar cuenta de ello es el que coincide con estas quinientas ediciones de Tiempo Argentino. Nacido en formato autogestivo con el final de la gestión kirchnerista, el diario papel se convirtió en una especie de memoria impresa de los cambios profundos que vive la Argentina, cada vez más vertiginosos. Del inicio de la gestión macrista al regreso del kirchnerismo/peronismo pasaron solo cuatro años. Los mismos que logró sostenerse el «volvimos mejores» hasta la disruptiva llegada de Javier Milei a este presente que rompe con las viejas formas de hacer política, pero no con el modelo de violencia económica que caracteriza a los gobiernos de derecha y sus dueños en las sombras.

Como en un «siga siga» eterno, pasaron por nuestras ediciones escándalos como Panamá Papers, el hundimiento del Ara San Juan, el Caso Maldonado, los «bolsos de López», la criptoestafa de Milei, el narcoescándalo de Espert, el endeudamiento macrista con el FMI que sigue condicionando el futuro del país, la detención de Milagro Sala, el intento de asesinato de Cristina Fernández, el contubernio judicial de Lago Escondido. Y más.
Pudimos dar cuenta del triunfo del Frente de Todos, pero también de su declinación por la interna a cielo abierto de sus líderes. Contamos la Pandemia, acaso el punto de inflexión entre dos argentinas que ya no se reconocen y hubo festejo con el primer (fallido) y segundo (exitoso) intento de sancionar el aborto legal, y, en la actualidad, la crisis del sistema político y los liderazgos que habían surgido luego del estallido social de 2001.
La metamorfosis de un país que se parece poco al de 2010, cuando el Tiempo Argentino comercial se instaló en la escena para construir una narrativa contrahegemónica.
Las de este recordatorio son 500 tapas que generan un mosaico, con la mirada de Tiempo, de nuestra historia reciente. «





