Corven Autopartes suma movimiento propio en la región neuquina. La compañía profundiza su presencia en Vaca Muerta y amplía una cadena de valor que conecta energía, movilidad e industria. Su estrategia busca ocupar más espacio en un mercado exigente y marcado por la demanda del sector petrolero.
La marca mantiene un lazo histórico con la Patagonia. Desde 1969, sus autopartes acompañan la actividad energética en zonas como Rincón de los Sauces y Añelo. En esos años, los amortiguadores Corven se instalaron como referencia para flotas sometidas a rutas complejas y uso intenso.
Aquella confianza inicial creció con el tiempo. Hoy la firma trabaja con una red regional que incluye a Districer, Warner Suspensión y Sadar, lo que asegura llegada desde el Alto Valle hasta la cordillera. Esa estructura impulsa un abastecimiento estable y un servicio cercano al cliente.
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Durante una visita reciente a Neuquén, el gerente comercial remarcó la estrategia corporativa: “Siempre buscamos estar cerca del cliente, entender sus necesidades reales y acompañarlo con soluciones concretas”. La empresa ejecuta una política de presencia territorial sostenida por un equipo que recorre el país y mantiene contacto directo con concesionarios, proveedores y usuarios.
La diversificación sostiene la expansión del grupo. Además de su línea tradicional de amortiguadores, Corven incorpora unidades de negocio que amplían su alcance. ProNeumáticos representa a Dunlop y Continental, mientras que su propia marca ofrece una gama que cubre autos livianos, utilitarios y vehículos de carga.
Esa lógica también se ve en la representación de Foton, con camiones y pickups que ya circulan en la región. A esto se suma la distribución de ocho marcas de motocicletas, entre ellas Kawasaki, Bajaj y Triumph. El soporte productivo surge desde Venado Tuerto, donde el grupo ensambla unidades bajo estándares internacionales.
La apuesta crece con la reciente incorporación de Chery, que avanza hacia una fabricación local. Con 1.500 empleados y presencia en 35 mercados, la firma mantiene una esencia familiar que sostiene su expansión internacional. Su mirada apunta a una industria automotriz argentina competitiva y basada en calidad.
Neuquén ya representa entre el 7% y el 8% de la facturación nacional de Corven Autopartes. El dato supera el tamaño del parque automotor regional. La razón está en la demanda del sector energético, donde los vehículos atraviesan terrenos severos y jornadas prolongadas. En ese marco, el ejecutivo explicó: “La actividad petrolera somete a los vehículos a exigencias muy superiores al promedio; por eso diseñamos productos pensados para ese tipo de uso”.
La empresa observa en Vaca Muerta una plataforma estratégica. La expansión de infraestructura y el flujo de inversiones convierten a Neuquén en un punto central del mapa industrial. Allí, Corven busca consolidar su rol como aliado de compañías que mueven producción y logística en el país.
Más allá de los números, la firma sostiene una filosofía que se mantuvo desde su origen: ofrecer productos confiables, con respaldo técnico y disponibilidad de repuestos, siempre con una mirada puesta en innovación. En esa línea, el representante de la marca afirmó: “Vaca Muerta simboliza el potencial de la Argentina, y nosotros queremos ser parte de ese impulso”.





