La posible eliminación del Monotributo encendió la alarma entre 4,7 millones de contribuyentes. Expertos advierten que tres millones perderían su obra social y deberían afrontar costos mucho más altos en el Régimen General.
Una eventual eliminación del Régimen Simplificado del Monotributo —tema que volvió al centro del debate político pese a las desmentidas del Gobierno nacional— impactaría directamente en 4,7 millones de personas, entre profesionales independientes, pequeños comercios y emprendedores. De ellos, 3 millones perderían su obra social, uno de los beneficios centrales del sistema actual.
El Monotributo, creado en los años 90 para facilitar la formalización de pequeños contribuyentes, permite operar con una única cuota mensual que incluye componente impositivo, previsional y obra social. Hoy, quienes están en la categoría más baja pagan $37.085 mensuales.
Sin embargo, si el régimen fuera eliminado sin una reforma integral del sistema tributario general, los contribuyentes deberían afrontar costos y obligaciones mucho más altos:
- Aportes jubilatorios de autónomos: alrededor de $82.000 mensuales.
- Cobertura médica: deberían contratar una prepaga para mantener el acceso a la salud.
- IVA: en muchos casos no podrían trasladarlo a sus clientes y deberían absorberlo.
- Impuesto a las Ganancias: quedarían alcanzados según sus ingresos.
- Obligaciones administrativas: presentación de declaraciones juradas de IVA y Ganancias.
- Tributos locales: quienes hoy están en el monotributo provincial unificado deberán pagar Ingresos Brutos y tasas municipales por separado.
A pesar de las versiones que circulan, el presidente Javier Milei y el jefe de Gabinete Manuel Adorni desmintieron públicamente cualquier intento de eliminar el régimen y calificaron como “operaciones” las especulaciones sobre cambios.
No obstante, especialistas advierten sobre los efectos que tendría una eliminación abrupta. El tributarista Sebastián Domínguez, CEO de SDC Asesores Tributarios, señaló que “si se elimina el Monotributo sin una reforma integral del régimen general, el impacto será negativo”.
“Vamos a tener más informalidad, menos contribuyentes cumpliendo con sus obligaciones y muchas personas fuera del sistema previsional y sin cobertura médica”, afirmó. También destacó que cualquier cambio debe ser gradual: “Hacer todo junto puede ser contraproducente”.
El debate continúa abierto mientras millones de monotributistas siguen a la espera de definiciones claras sobre el futuro de uno de los sistemas fiscales más utilizados del país.





