Mamá de Skaggs: Los ángeles nunca preguntaron sobre la adicción

SANTA ANA, California — Debbie Hetman, la madre del difunto Ángeles de Los Ángeles El lanzador Tyler Skaggs y uno de los demandantes en la demanda civil por muerte por negligencia de la familia contra la franquicia, testificó el lunes que no sabía si su hijo alguna vez informó al equipo sobre su adicción a las drogas, pero que la organización nunca le hizo preguntas sobre él.

Si el equipo hubiera preguntado, dijo Hetman, ella les habría dicho a los Angelinos que se volvió adicto al Percocet después de la temporada 2013. Dijo que su hijo se acercó a ella y le pidió ayuda. Los Angelinos adquirieron a Skaggs en un canje antes de la temporada 2014.

Los Angelinos han dicho durante mucho tiempo que no estaban al tanto de los problemas de drogas de Skaggs, uno de los argumentos clave que la defensa ha estado construyendo en el juicio que entró en su sexta semana el lunes. Los Angelinos sostienen que no son responsables de la muerte de Skaggs, y fueron sus decisiones imprudentes al mezclar alcohol y opioides las que llevaron a su muerte por una sobredosis accidental de fentanilo en una habitación de hotel de Texas en 2019.

El lunes, los dos principales demandantes del caso, la viuda de Hetman y Skaggs, Carli Skaggs, subieron al estrado en un emotivo testimonio.

Hetman explicó cómo Skaggs llegó a ella y a su padrastro después de la temporada 2013, cuando Skaggs lanzó en el Diamondbacks de Arizona organización y les dijo que era adicto a Percocet. Trabajaron con Skaggs para consultar a médicos y a un psiquiatra con experiencia en adicciones.

Ella describió a su hijo haciéndose pruebas de detección de drogas (parte de su plan médico y en las que insistía su madre) hasta el verano siguiente para asegurarse de que se mantuviera limpio. Para entonces, había sido traspasado a los Angelinos. Hetman creía que su hijo estaba bien después de la admisión de 2013 porque se parecía más a él mismo que a la persona «muy hosca y perdida» que vio después de la temporada de 2013.

«Como padre, usted quiere asegurarse de que su hijo esté en el camino correcto», testificó Hetman. «Y estar saludable y no volver a caer en el mismo patrón de consumo».

Hetman dijo que habló con el Dr. Neal ElAttrache, quien realizó la cirugía Tommy John de Skaggs en 2014, sobre el problema de Percocet de su hijo y que quería que le recetaran diferentes analgésicos. También se lo contó a los agentes de Skaggs y tuvo una conversación de pasada con su entonces novia, Carli, al respecto.

Carli Skaggs testificó el lunes que no preguntó más a la familia ni a su futuro esposo. Carli Skaggs, la demandante principal del caso, negó saber que su marido tenía un problema con las drogas o tomaba pastillas ilícitas antes de su muerte en 2019. Las únicas drogas que sabía que él tomaba eran marihuana y éxtasis una vez en su luna de miel, dijo.

Como parte de un incómodo contrainterrogatorio, el abogado defensor le preguntó a Carli Skaggs si sentía que su marido necesitaba ayuda para la rehabilitación de drogas. Ella dijo que no. Carli Skaggs también testificó que creía que estaba fuera de lugar que Skaggs le pidiera drogas al ex empleado de comunicaciones Eric Kay después de que Kay dejó la rehabilitación en 2019.

Kay fue condenada en un tribunal federal en 2022 por darle a Skaggs la pastilla que lo mató y cumple 22 años de prisión. Varios jugadores testificaron durante el juicio penal. Kay les proporcionó pastillas.

Carli Skaggs dio un testimonio entre lágrimas sobre su relación con Skaggs, cómo descubrió que él había muerto y los seis años transcurridos desde entonces. El gerente general de los Angelinos, Billy Eppler, llamó para dar la noticia.

«Ni siquiera sé si lo escuché decir las palabras ‘se había ido’, pero eso es lo que sabía», dijo Carli Skaggs. «Y luego llamé inmediatamente a Debbie».

Ella describió la llamada como «la peor llamada telefónica que he hecho». La familia fue a Texas y Carli Skaggs describió haber visto a su marido en la oficina del forense.

«No quería verlo, pero tenía que hacerlo porque necesitaba saber que era real, que realmente se había ido», dijo Carli Skaggs. «Por más doloroso que fuera, lo necesitaba. Fue en esta habitación fría y blanca y el amor de mi vida, mi mejor amigo, estaba acostado en una camilla sin vida, y acababa de hablar con él el día anterior».

Ella dijo que quería darle un último beso «aunque tenía miedo».

Seis años después, dijo, todavía se pregunta «¿es esto real?» Describió las dificultades para entablar nuevas relaciones y ver amigos con niños porque es «un recordatorio de lo que no tengo».

En los últimos días antes de que su padre muriera el año pasado, dijo, Carli Skaggs le tomó la mano mientras escuchaba el testimonio con auriculares sobre la muerte de su marido.

El juicio, dijo, «ha consumido mi vida».