Barcelona
La línea de alta velocidad entre Barcelona y Madrid es la próxima que entra en los planes de actualización del Gobierno, una vez se completen los trabajos de modernización del pionero AVE a Sevilla. En este caso el ministro de Transportes, Óscar Puente, quiere ir más allá de una simple puesta al día y sueña con conectar las dos grandes ciudades españolas en algo menos de dos horas. Es casi el mismo tiempo que tarda un regional entre estación de França y Reus.
Para reducir en media hora respecto al tiempo actual el trayecto entre Barcelona y Madrid, los trenes tendrían que circular a 350 kilómetros por hora por una infraestructura nueva y con un trazado más directo en los accesos a las dos ciudades, según se recoge en el plan presentado este lunes por Puente en un desayuno informativo organizado por Europa Press.
Poner trenes a 350 km/h, frente a los 300 km/h actuales, es un hito que actualmente solo se da en China, el único país que tiene más kilómetros de vías de alta velocidad que España. La infraestructura debería ser renovada con unas nuevas traviesas (los elementos transversales entre los dos carriles) que sean aerodinámicas. Este modelo, denominado aerotraviesa, tiene una forma convexa en la zona central y evita que salte el balasto cuando pasa el tren, lo que permite aumentar la velocidad.
Nuevo trazado dibujado de Lleida a la Sagrera sin pasar por Camp de Tarragona
Los estudios de viabilidad que deberán analizar esa posibilidad saldrán a licitación en los próximos días por 2,3 millones de euros. Su misión será poner algo de punta fina en un proyecto que en su primera presentación pública se ha caracterizado por la brocha gorda, con una nueva línea de alta velocidad pintada en el mapa de cualquier manera desde Lleida hasta Barcelona pasando por el centro de Catalunya, ahorrándose así el paso por Camp de Tarragona y solventando los problemas de capacidad que empieza a presentar este tramo.
“Permitiría incrementar los servicios regionales en Catalunya”, ha destacado Puente. Compartiría parte del trayecto con el dibujo –también de brocha gorda– que presentó la Generalitat la semana pasada con un eje transversal ferroviario que partía de Lleida y pasaba por Igualada y Manresa para luego ir hacia Girona. En el caso del Ministerio, sería una variante que entraría a Barcelona por el norte, directamente a la Sagrera.
La estación de El Prat vuelve a estar sobre la mesa
Al sur de Barcelona, el plan incluye también la entrada en servicio de la estación de alta velocidad del Prat de Llobregat. Se encuentra a la penumbra junto a la estación de Rodalies y sus andenes son utilizados como vías de apartadero para los trenes del AVE cuando no tienen espacio en Sants.
La habilitación de dicha estación, planificada cuando llegó el AVE a Barcelona pero nunca culminada, daría una nueva parada para que los trenes de alta velocidad y regionales estuviesen conectados al aeropuerto de El Prat, ubicado a dos paradas de metro de allí.
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Del mismo modo, se plantea una estación al sur de Madrid, en Parla, que diese servicio a los usuarios de esta zona del área metropolitana de la capital en el trazado que utilizan los trenes transversales que van de Catalunya a Andalucía y evitan pasar por el centro de Madrid. Su ubicación es estratégica ya que cuenta con una población de cerca de cinco millones de personas a menos de un cuarto de hora en Cercanías. Se quitaría así también presión a las estaciones de Atocha y Chamartín, cada vez más al límite de su capacidad debido a la liberalización ferroviaria.
El cambio más relevante en la meseta, en todo caso, sería un nuevo acceso a Chamartín desde el noreste. Se trata de un nuevo trazado complementario al túnel pasante por Atocha que está ya en construcción y que permitirá llegar a esa estación del norte de Madrid desde Barcelona vía Atocha. La variante planteada ahora ofrecería un itinerario alternativo a ese túnel para todos los trenes y crearía un nudo al norte de la capital que tuviese parada en la estación del aeropuerto de Barajas ya proyectada y diese pie a nuevas conexiones directas entre Catalunya y el norte peninsular sin necesidad de pasar por Madrid.
Asiento en el consejo de Talgo y posibilidad de más sanciones
El Gobierno pedirá un asiento en el consejo de administración del fabricante de trenes Talgo tras la adquisición de un 8% de la compañía por parte del Estado, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ha señalado Puente.
Asimismo, la empresa tendrá que hacer frente a nuevas multas impuestas por Renfe por el retraso en la entrega de los trenes de la serie 107. “Alguna (multa) habrá, seguramente”, ha contestado al ser preguntado por ello. “Tenemos la esperanza de que antes de que acabe el 2026 tengamos ya esos trenes funcionando; vamos a ver si somos capaces. La onda que nos llega es que las pruebas están siendo bastante positivas, por lo que veremos si somos capaces de acortar los plazos, pero ya estamos en retrasos”, ha añadido.
Renfe ya le impuso una sanción de 116 millones de euros por los retrasos de más de dos años de otros trenes, en esa ocasión los 106, y es algo que ya ha afectado a la cuenta de resultados de la compañía, que ha tenido que provisionar ese coste.






