Con pocas horas de diferencia, los investigadores judiciales y policiales en Córdoba se han topado con dos crímenes atroces.
Por un lado, en la tarde del domingo, en barrio General Urquiza, próximo a la venida Sabattini, en la zona sudeste de la Capital cordobesa, un perro llevó hasta su casa de calle Andalucía al 3100 una bolsa que encontró en un canal convertido en un basural a cielo abierto. Al romper el envoltorio, el can terminó por dejar al descubierto una escena de espanto: un muslo humano.
De acuerdo a los primeros peritajes, y a partir de un tatuaje de una mandala que tenía, se presume que se trataría de restos de una mujer (no se descarta que sea trans, según ampliaron los investigadores).
Si bien durante el lunes la fiscal Eugenia Pérez Moreno ordenó rastrillar la zona del canal convertido en basural, por ahora no se encontraron nuevos restos.
No obstante, la investigación, aún desconcertada, va a avanzar: ya se estableció que la muerte ocurrió poco antes del hallazgo; y se va a ordenar tomar una muestra de ADN. Con este registro, la idea es empezar a cotejar con familiares que hayan denunciado de manera reciente (o que vayan a hacerlo en los próximos días), desapariciones de mujeres jóvenes en Córdoba.
Al mismo tiempo, los sabuesos de Investigaciones Criminales comenzaron a caminar esa zona de la ciudad de Córdoba, en procura de dar con cámaras de seguridad y con potenciales testigos que puedan haber visto a alguien arrojar esas bolsas entre el viernes y el domingo.
En tanto, otro caso que genera conmoción puede tener importantes derivaciones en las próximas horas. El domingo a la noche, en la zona rural de Camino a Capilla de los Remedios, en la periferia sudeste de la ciudad de Córdoba, el hallazgo de un auto abandonado derivó en el descubrimiento de otro salvaje homicidio.
De acuerdo a las fuentes consultadas, el sábado a la tarde, un hombre se presentó en una unidad judicial y denunció la desaparición de su hijo, Lucas Benegas (45). En la presentación, el denunciante dijo que el jueves Lucas se había llevado su vehículo, y que desde entonces no lograba comunicarse con él para que se lo devolviera.
Al otro día, en la zona rural de Camino a Capilla de los Remedios, el rodado fue encontrado abandonado. Pero en su interior, los policías encontraron un celular, que sería del propio Benegas. Según revelaron las fuentes consultadas, al abrir el aparato se toparon con un video, en el que se vería cómo Benegas era atacado por unos jóvenes, quienes lo apuñalaron hasta matarlo. Incluso, dentro del celular habría aparecido la ubicación que llevó a los investigadores a encontrar el cadáver de Benegas, en esa misma zona.
¿Un mensaje con características mafiosas? ¿O acaso los asesinos se olvidaron el celular? Por ahora, la fiscal de Río Segundo, Patricia Baulies, no encuentra respuestas concretas, pero avanza en identificar a los autores del crimen, que serían jóvenes. El trasfondo de este crimen, aseguran los pesquisas, también revelaría una compleja historia.
Informe de Juan Federico.






