La provincia de Buenos Aires amaneció este martes con una notoria presencia de polvo y sedimentos en suspensión, un fenómeno directamente relacionado con el intenso temporal de vientos que azotó a la Patagonia el día de ayer, lunes. Ráfagas que superaron los 150 km/h en el sur del país levantaron grandes cantidades de material de suelos áridos y secos, que luego fueron arrastrados por las corrientes hacia el norte.
El impacto inicial se sintió con mayor fuerza en las localidades de la Costa Atlántica bonaerense, como Mar del Plata, Necochea, Bahía Blanca y Tandil.
Los vecinos reportaron una reducción significativa de la visibilidad, cielos opacos o con un característico color rojizo/amarillento, y un olor a tierra en suspensión.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido alertas por vientos que, al conjugarse con la sequía en el sur, propiciaron la movilización de estas partículas finas.

Avance hacia el AMBA
Según los pronósticos meteorológicos, la nube de polvo continúa su desplazamiento, y se espera que durante el transcurso del martes alcance el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y sectores del centro y norte de la provincia, aunque con una intensidad probablemente menor a la registrada en la costa.
La mezcla de polvo y, en algunos puntos, humo proveniente de incendios forestales en la Patagonia, es la causa de este ambiente turbio que cubre gran parte de la provincia, recordando la enorme capacidad de transporte de los vientos patagónicos.
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