Una nueva forma de narrar para un mundo nuevo, donde impera el «sálvese quien pueda» y la ley del más fuerte, es lo que ha buscado la escritora colombiana Laura Restrepo en Soy la daga y soy la herida (Alfaguara), una fábula sobre la violencia y la muerte inspirada por el genocidio en Gaza.
La escritora colombiana Laura Restrepo presentó días atrás en Bogotá su última novela, Soy la daga y soy la herida, editada por Alfaguara. Foto: EFE / Carlos Ortega.Para Restrepo (Bogotá, 1950), Gaza ha supuesto «un despertar brutal de las conciencias por todos lados», pero también «la apoteosis de la crisis de la normatividad tal y como la concebía Occidente», y le preocupa que el actual alto el fuego sea «más un tranquilizante de conciencias que un hecho real».
«Ya no existen las normas generadas después de la Segunda Guerra Mundial para encauzar la convivencia; esa normatividad se reventó y estamos viviendo en un mundo sin Dios ni ley, del sálvese quien pueda«, ha dicho en una entrevista la escritora, periodista y activista política colombiana.
En noviembre de 2023 la autora de Delirio (Premio Alfaguara 2004) viajó a Gaza junto con su hijo y la organización Médicos Sin Fronteras. Aunque no les dejaron entrar, se quedó en Egipto entrevistando a familiares de los palestinos y colaborando con la embajada colombiana para sacar a sus conciudadanos de la Franja y escribió varios artículos al respecto.
Pero llegó un momento en que necesitó recurrir a la literatura y en esa búsqueda por «digerir lo indigerible» encontró en la caricatura, la parodia y los símbolos las herramientas para narrar la historia de Abismo, un dios cruel de cuyo capricho dependen la vida y la muerte, y Misericordia Dagger, un verdugo metódico cuya obediencia se ve puesta a prueba cuando se enamora de la nieta de su próxima víctima.
«Tenía la sensación de que la novela tradicional se estaba quedando atrás, demasiado marcada por lo políticamente correcto, por el pudor a la hora de tratar la sangre, la muerte y las heridas», reflexiona Restrepo, que apela con su novela a la rebeldía y al poder de sugestión de las imágenes –incluye dibujos al comienzo de cada capítulo– y de los mitos populares.
La escritora colombiana Laura Restrepo presentó días atrás en Bogotá su última novela, Soy la daga y soy la herida, editada por Alfaguara. Foto: EFE / Carlos Ortega.
Los ataques de Trump
Otro escenario actual de esa ruptura de normas que subraya la escritora es el Caribe y el Pacífico, con los reiterados ataques mortales del gobierno de Donald Trump a supuestas narcolanchas que Restrepo interpreta más como «un acto de intimidación» relacionado con sus intereses comerciales que con un verdadero propósito de acabar con el narcotráfico.
«Yo creo que el interés está puesto en el petróleo de Venezuela y se utiliza la guerra contra la droga con ese fin; el cerco militar del Caribe tenía más que ver con impedir que los barcos chinos llevaran petróleo de Venezuela», afirma.
La autora denuncia que se condene a muerte sin juicio y sin pruebas. «Si los barcos tenían droga o no, nunca lo sabremos, no hay evidencias, pero hay una condena a muerte ‘a priori’, no se considera necesario llevar a la gente ante la justicia».
Restrepo, que en la década de los 80 y 90 fue mediadora en el conflicto armado colombiano y tuvo que exiliarse por ello, cree que el gobierno de Gustavo Petro ha desarrollado una labor «digna» en la lucha contra el narcotráfico, teniendo en cuenta su complejidad.
«Se ha hecho lo que se puede, pero no con los métodos brutales que exigen los Estados Unidos», dice en referencia a las políticas de sustitución de cultivos en un país «pobre», donde la gente «se muere de hambre» y buena parte de la población sobrevive gracias a la coca.
El Nobel de la Paz
Sobre la concesión del Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado, Restrepo considera que dárselo a una persona «abiertamente golpista» y que pide la intervención estadounidense en Venezuela, atentando contra el principio de soberanía, no hace más que confirmar el «descrédito» de ese premio.
«Es como decirle a Trump, no le damos el Premio Nobel a usted porque ya sería, pues, el descrédito absoluto, pero se lo damos a su aliada en América Latina», sostiene la autora, que recuerda otras decisiones controvertidas de los Nobel de los últimos años.
La escritora colombiana Laura Restrepo presentó días atrás en Bogotá su última novela, Soy la daga y soy la herida, editada por Alfaguara. Foto: EFE / Carlos Ortega.Se refiere al expresidente colombiano Juan Manuel Santos, quien tiene a sus espaldas, siendo ministro de Defensa, el escándalo de «los falsos positivos», más de 600 ejecuciones de civiles que fueron presentados como falsos guerrilleros muertos en combate con el Ejército entre 2002 y 2008. O a Barack Obama, quien «no hizo sino gestionar guerras y drones».
«El Nobel de la Paz ya no tiene ningún valor, pero lo de Corina es como llevarlo a nivel de payasada, es tan grotesco que me imagino que al próximo que le caiga el Premio Nobel se esconderá debajo de la cama».
Con información de EFE.
