La obra social universitaria Daspu atraviesa uno de los escenarios más críticos de los últimos años. Fuentes vinculadas a la entidad estiman que el pasivo total alcanzaría los $4.000 millones, mientras que la deuda con prestadores médicos y odontológicos rondaría los $2.000 millones. El salto respecto del ejercicio 2024 se ubicaría cerca del 400%.
El impacto ya se extiende a los 50.000 afiliados. Diversos sanatorios analizan suspender prestaciones desde el 1 de diciembre, y varios centros comenzaron a aplicar coseguros de hasta $50.000 para garantizar consultas y prácticas.
Medidas internas y salida de prestadores
El Consejo Directivo evalúa acciones de emergencia, entre ellas un aumento del 20% en la cuota de afiliados adherentes. Mientras la conducción atribuye el desfinanciamiento a la caída de salarios universitarios, sectores críticos señalan malas negociaciones con clínicas y droguerías.
En este contexto, se confirmó la salida del Hospital Privado Universitario, que dejó de integrar la cartilla el 7 de noviembre. Solo continuarán los tratamientos ya iniciados, sin nuevas consultas ni prácticas.
A la par, la obra social informó que mantiene convenios con una “amplia red prestacional”, incluyendo Sanatorio Allende, Instituto Oulton, Instituto Modelo de Cardiología y Clínica Reina Fabiola.
A la situación se suma el cierre de la farmacia de la sede Maternidad, vigente desde el 27 de octubre. Siguen operativas las sucursales de Sede Central, Cofico y Cerro.
En paralelo, el Consejo Directivo de Fatun dispuso un paro nacional de 24 horas para este miércoles 19 de noviembre, en reclamo por la plena aplicación de la Ley de Financiamiento Universitario.
La medida se realizará sin asistencia a los lugares de trabajo, garantizando guardias mínimas en áreas de salud. Oulton, LACE y con turnos ya programados que funcionarán con normalidad.


