Dirigentes, diputados e invitados se reunieron en la sede nacional justicialista para definir una postura común frente a los proyectos que Javier Milei enviará al Congreso. La ausencia de Cristina Fernández de Kirchner marcó el encuentro, mientras su equipo trabaja en un extenso documento económico que será puesto a debate.
En medio del clima político que anticipa un fuerte debate parlamentario, la conducción del Partido Justicialista nacional abrió una nueva ronda de deliberaciones para coordinar una respuesta unificada frente al paquete de reformas que el Ejecutivo buscará aprobar en las sesiones extraordinarias. El espacio reunió a diputados, dirigentes e invitados especiales, con la consigna de avanzar en una hoja de ruta conjunta frente a los cambios propuestos por Javier Milei en materia laboral, tributaria y penal.
Uno de los aspectos más comentados fue la ausencia de Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple prisión domiciliaria en su departamento de la calle San José. Sin embargo, su influencia estuvo presente: la expresidenta recibió en los últimos días a un grupo de economistas que elaboró un documento de 400 páginas con lineamientos para un modelo de desarrollo productivo y federal. La propia CFK consideró el texto como “una hoja de ruta abierta al debate”, y será remitido a los distintos sectores del PJ para su análisis.
Ese material, fruto de 45 días de trabajo, plantea que la Argentina atraviesa un momento de redefinición global cruzado por disputas geopolíticas, transformaciones tecnológicas y nuevas demandas energéticas y ambientales. Su contenido será clave para orientar la estrategia opositora en la discusión del Presupuesto 2026 y el paquete de reformas que el Gobierno presentará desde el 10 de diciembre.
El justicialismo intenta cerrar filas en un momento complejo. Algunas tensiones internas —como las diferencias entre el kirchnerismo, el gobernador bonaerense Axel Kicillof y mandatarios como el catamarqueño Raúl Jalil— se moderaron durante el encuentro. La presencia de Máximo Kirchner, presidente del PJ bonaerense, y el acuerdo legislativo para acompañar el Presupuesto provincial fueron señales de distensión.
El interbloque de senadores de Unión por la Patria también comunicó su decisión de reunificarse para fortalecer su peso en la Cámara alta.
La reunión estuvo encabezada por José Mayans, acompañado por Germán Martínez, Mariel Fernández, Ricardo Pignanelli y Lucía Corpacci. Máximo Kirchner tomó la palabra para agradecer el apoyo hacia su madre y trazó un diagnóstico crítico del estado del país. Señaló que la Argentina “tiene más deuda y menos infraestructura”, y marcó que el endeudamiento solo es saludable cuando se traduce en desarrollo productivo e inversiones en sectores estratégicos.
Además, remarcó que las consecuencias del ajuste se visualizan en áreas sensibles como el presupuesto del Hospital Garrahan y la universidad pública, y alertó sobre el avance de reformas que imitan las impulsadas tras las elecciones de medio término durante la gestión de Mauricio Macri.
Según el diputado, las modificaciones que impulsa el oficialismo buscan reducir impuestos, salarios y regulaciones ambientales para incrementar márgenes empresariales. También advirtió que salir de la crisis requiere “creatividad, audacia y una victoria política y electoral”.
El senador Eduardo “Wado” de Pedro coincidió en la necesidad de reconstruir un proyecto nacional que priorice la producción, el empleo argentino y la defensa de los recursos estratégicos. Para el dirigente, el desafío central es encontrar soluciones al “endeudamiento brutal” y dar forma a una propuesta política sólida.
Mientras tanto, distintos sectores sindicales comenzaron a coordinarse: diputados de origen gremial se reunieron con la CGT para evaluar acciones frente al avance del Gobierno. El miércoles será el turno de los senadores, que volverán a encontrarse en la sede partidaria.
En un reciente mensaje en redes, Cristina Fernández sintetizó la urgencia del momento: pidió dejar atrás la “macroeconomía del desacuerdo” y definir un proyecto de país que combine soberanía, producción e inclusión. Para la dirigencia peronista, ese debate ya está en marcha.


