El cuadro “El sueño (La cama)” de Frida Kahlo, con un valor de base de 40 millones de dólares, será subastado esta mañana en Sotheby’s Nueva York y su venta puede marcar un récord para cualquier mujer artista. ¿Participará el coleccionista y fundador del Museo Malba, Eduardo Costantini? Misterio.
«El sueño (La cama)» se exhibe en las salas de subastas de Sotheby’s en Londres, el 19 de septiembre de 2025. (Foto: AP / Kirsty Wigglesworth)La obra, firmada Frida Kahlo y fechada en 1940, es un óleo sobre lienzo de 74 centímetros por 98, que proviene de la Galería Misrachi, de Ciudad de México, después de que un comprador particular la adquiriera en Sotheby’s Nueva York el 9 de mayo de 1980.
El cuadro fue exhibido en Londres, Berlín, Estocolmo, Nueva York y Ciudad de México, antes de llegar a esta instancia de venta, que genera una enorme expectativa.
Obra impactante
«‘El sueño (La cama)’, de Frida Kahlo, pintado en 1940, es una de las obras más impactantes desde el punto de vista psicológico y formalmente cautivadoras de la prolífica obra de la artista, un autorretrato surrealista y profundamente introspectivo que aúna simbolismo personal, iconografía cultural mexicana y surrealismo», explica Sotheby’s en el catálogo.
Y agrega: «Pintado durante un momento especialmente difícil en la vida de Kahlo, ‘El sueño (La cama)’ ocupa un lugar fundamental en su obra, ya que resume su preocupación permanente por la mortalidad, la fisicidad y las complejidades emocionales del yo«.
El coleccionista argentino Eduardo Costantini compró obras de Frida Kahlo en dos oportunidades. Por un lado, “Autorretrato con chango y loro” (1942), comprado en 1995, por un monto aproximado de 3,1 millones de dólares, que representaron un récord que se mantuvo durante varios años para una obra de Kahlo.
Y, por otro lado, “Diego y yo” (1949), que el empresario compró también en una subasta de Sotheby’s en Nueva York, en 2021, por alrededor de casi 35 millones.
En ese momento, Costantini explicó que llevaba “más de un año que quería comprar otro Frida” y que esta obra representó para él una pieza clave.
«La estructura de ‘El sueño (La cama)’ también merece un análisis formal detallado. Los postes verticales de la cama dividen el lienzo en una cuadrícula de cuatro partes, evocando sutilmente la simetría de los retablos o retablos devocionales, y posicionando a Kahlo no solo como sujeto, sino como ofrenda, un exvoto personal presentado ante el sufrimiento y la mortalidad”, describe el texto del catálogo de la casa de subastas.
Izquierda: Bernard G. Silberstein, Frida Kahlo en su dormitorio, circa 1940, Instituto de Arte de Detroit © Instituto de Arte de Detroit / Bridgeman Images. Derecha: Lola Álvarez Bravo, Frida Kahlo, 1943 © 1995 Centro de Fotografía Creativa, Fundación de la Universidad de Arizona. Fotos: Sotheby´sAdemás, señala que “en la tradición católica mexicana, los exvotos son pequeñas pinturas devocionales narrativas creadas para dar gracias por la intervención divina, que suelen representar el momento de peligro junto con una inscripción escrita de agradecimiento. Aquí, Kahlo adapta ese formato a un ritual secular y profundamente privado de autoexamen”.
Amarillo brillante
Sobre el color, explica que “el amarillo brillante de la manta, envuelta estrechamente alrededor de su cuerpo, contrasta con los tonos fríos y espectrales de las nubes y la figura esquelética de arriba, creando una tensión visual que se hace eco de la oposición central de la pintura entre la vida y la muerte. Delicados zarcillos verdes se extienden por la superficie de la cama como venas o enredaderas, a la vez decorativos y simbólicos, sugiriendo tanto crecimiento como atrapamiento. Este motivo de entrelazamiento orgánico aparece en toda la obra de Kahlo, sobre todo en Raíces (1943), donde el cuerpo de la artista brota físicamente vegetación, difuminando la línea entre la carne y la tierra. En ambas obras, la imagen de las raíces funciona como un emblema de regeneración, vinculando el cuerpo humano a los ciclos naturales de decadencia y renovación”.
«El sueño (La cama)» se exhibe en las salas de subastas de Sotheby’s en Londres, el 19 de septiembre de 2025. (Foto: AP / Kirsty Wigglesworth)¿Comprará Eduardo Costantini este cuadro? Quienes lo conocen saben que el coleccionista es reservado con respecto a las obras que le interesan y sus posibles compras. Además, consultado sobre esta obra en particular hace pocas horas, explicó que no está interesado porque no se trata de un autorretrato y que, además, el altísimo valor es bastante disuasivo. ¿Significa que no pujará esta mañana? Nadie está tan seguro.


